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Arquitectura

El palacio de los Nogués de Borja se convierte en oficinas: así ha quedado tras su rehabilitación

Este palacete del siglo XVI ha culminado su reforma, con la firma de Cronotopos, para ser la sede de la empresa Carsam.

Patio interior del palacio de los Nogués, ya rehabilitado.
Patio interior del palacio de los Nogués, ya rehabilitado.
Cronotopos

En la calle de Costa de Borja destaca un inmueble que data del siglo XVI. Los sillares enmarcan la imponente puerta de entrada de acceso a la casa palacio de los Nogués, una pieza arquitectónica única en la provincia de Zaragoza y que, tras varios años de abandono y deterioro, ha recuperado el pulso en forma de oficinas tras una rehabilitación integral.

Cronotopos ha sido el estudio encargado de diseñar la nueva vida del palacio de los Nogués para la empresa borjana Carsam, que quiso instalar su sede en este emblemático edificio de la comarca del Campo de Borja que tiene más de 500 años. La reforma se ha llevado a cabo a lo largo de cuatro años, y la pretensión del despacho de arquitectura zaragozano ha sido "respetar las diferentes etapas de construcción del inmueble".

Antes, una píldora de historia. Según recoge el Centro de Estudios Borjanos, los Nogués son una familia hidalga establecida desde hace muchos años en Borja. Desde los registros bautismales del siglo XVI aparecen algunos de sus miembros, con cierto énfasis en Juan Nogués, uno de los primeros documentados. No fue hasta el siglo XIX cuando la familia compró este inmueble de grandes dimensiones en la antes llamada calle de Santo Domingo (hoy, Costa) a otro gran clan, los Lajusticia. Fue restaurada tras la guerra civil, adoptando la forma que ha tenido hasta hoy.

De su arquitectura destaca principalmente la galería de seis preciosas columnas toscanas que se han mantenido y restaurado en el proyecto de rehabilitación. El arrimadero de azulejería en su interior también era objeto de numerosas miradas. Según denunciaron desde el Centro de Estudios Borjanos, el estado previo del inmueble a la rehabilitación era de deterioro y su futuro estaba en el aire. 

Este palacio era considerado uno de los más importantes del municipio famoso por el Ecce Homo y su esbeltez se ha recuperado para convertirse en unas oficinas y en un centro de emprendimiento local para Carsam. "Este proyecto combina elementos históricos con un lenguaje contemporáneo, incorporando instalaciones de alta tecnología y eficiencia energética", comentan desde Cronotopos, que precisan que la restauración "respeta las diferentes etapas de construcción del edificio a lo largo de 500 años" tras cuatro largos años de obra.

"El espacio ha sido diseñado como un área diáfana 'open to work' que conserva la fachada de ladrillo aragonés y ofrece todas las comodidades de una oficina moderna", puntualizan desde el despacho de arquitectura zaragozano, encargados también de la recuperación del emblemático Café 1885. Finalizada esta obra de rehabilitación, desde el exterior "se mantienen como testigos del esplendor pasado" la espectacular fachada, con su galería de columnas y el arrimadero de azulejería interior, ahora fusionados con "un diseño más actual". "Esta transformación nos invita a explorar la armonía entre la historia y la innovación", añaden.

La fachada que da a la calle de Costa, aunque se encontraba en un mejor estado que el resto del inmueble, también fue rehabilitada. La icónica puerta ha sido reformada igualmente, aunque todavía sin los 'llamadores' que resaltaban en su pasado. El edificio está protegido y, para la obra, el proyecto tuvo que pasar por la Comisión Provincial de Patrimonio, que obligaba a mantener la galería y la escalera principal de este palacio.

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