La denuncia por ruidos a un hotel de Used que ha derivado en un largo proceso judicial
El establecimiento lleva cerrado casi dos años por las molestias que generaba a un matrimonio vecino la deficiente insonorización del sistema de geotermia.
El ruido y las vibraciones, aseguran en su escrito de acusación, no les dejaban descansar y esa falta de sueño les provocó un cuadro clínico de ansiedad e insomnio que derivó en secuelas psicofísicas y neurosensoriales. Un problema de mala insonorización en un hotel de lujo de la localidad de Used que especialmente padecieron sus vecinos más cercanos durante casi dos años ha desembocado en un largo proceso judicial que incluye pleitos en la vía contencioso administrativa -como el que se celebrará en dos semanas-, varios recursos y la apertura de un juicio oral por un delito penal pendiente de celebrarse. Los implicados son un matrimonio que vive en la casa contigua y tuvo que soportar los altos decibelios, los responsables de un establecimiento hostelero cerrado desde finales de julio de 2022, el Ayuntamiento del municipio del Campo de Daroca
El origen de la disputa se encuentra en una bomba de calor de geotermia instalada en el patio de luces. El hotel se ubica en una casa señorial del siglo XVII que se sometió a una importante rehabilitación durante ocho años. En septiembre de 2020 se instaló un sistema de climatización “cuya deficiente insonorización y aislamiento acústico generaba un elevado ruido constante que afectaba gravemente a sus vecinos sufriendo graves trastornos”, según expuso en su día la Fiscalía en sus conclusiones provisionales.
La normativa autonómica establece el límite legal de ruido en las zonas de estancia en un lugar para uso residencial en 30 dBA. Sin embargo, en las múltiples mediciones realizadas por peritos y agentes de la autoridad siempre se superó. Los técnicos de la Guardia Civil llegaron a registrar 42 dBA y el designado por el Ayuntamiento de Used el 15 de febrero de 2022 recogió 37 entre las 19.00 y las 23.00, y 38,9 entre las 22.00 y las 8.00.
Para entonces ya había comenzado el cruce de demandas judiciales y denuncias. Pese a ello, a finales de abril de 2022 el hotel abrió sus puertas. Fue solo durante unos meses, porque el 29 de julio de 2022 el alcalde de Used decretó el cierre. Los contactos entre las partes han continuado durante este tiempo más allá de los juzgados y desde la parte demandante se asegura "estar por la labor de alcanzar un acuerdo global que permita retirar el procedimiento penal".
En la vía penal, el Ministerio Fiscal acusa a los dos responsables del hotel de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente -por el que pide para cada uno 1 años y 9 meses de prisión- y de dos de lesiones que podrían implicar un año y medio más de privación de libertad. Además, solicita 3.800 euros de indemnización para cada uno de los dos denunciantes. Por su parte, la acusación particular, ejercida por el abogado Bartolomé Arranz, eleva los castigos hasta los 8 años de cárcel y fija la responsabilidad civil por encima de los 40.000 euros.
