Zaragoza
Suscríbete

Un joven de 19 años de Zaragoza, condenado a prisión por vengarse de forma cruel de su novia

El acusado no encajó bien la decisión de la chica de romper la relación y usó un vídeo y fotografías de índole sexual que se habían hecho para hacerle daño. 

Alejandro Nolasco inaugura el juzgado 23 en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza
El juicio se celebró el pasado mes de mayo en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Los celos pero también el despecho pueden nublar la razón y llevar a alguien a actuar de una forma especialmente cruel. En los casos más extremos, esa maldad se traduce en violencia desmedida. Pero también se puede causar mucho daño sin dar ni un solo golpe. Como demuestra la sentencia que acaba de firma una jueza en Zaragoza y por la que se condena a un joven de 19 años, un teléfono móvil puede convertirse en la peor de las armas y un vídeo, en una letal munición.

Los hechos que llevaron al banquillo al acusado se remontan al pasado 16 de septiembre, fecha en la que Rubén R. L. acababa de romper con su novia. Fue la chica quien decidió dejar a su pareja, algo que él no encajó bien. Y de ahí que aquella mañana el joven se pusiera en contacto con su ex a través de Whatsapp para anunciarle sus intenciones, que no eran otras que vengarse de la ruptura por medio de la madre de la chica. “Deja en paz a mi madre”, le pidió la chica. Pero apenas dos minutos después, esta mujer recibió en su móvil un vídeo de claro contenido sexual en el que se identificaba perfectamente a su hija.

La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza tiene claro que el envío de esta grabación era una evidente “represalia” del acusado, que solo buscaba “menoscabar la intimidad” de su novia por haberlo dejado. Su objetivo era hacer daño a la chica, razón por la que, además del vídeo, el acusado remitió a la madre de su ex un enlace o link que remitía a su cuenta de Instagram, donde también había colgado otra comprometedora fotografía. “Se vende por 1 euro, todo incluido”, podía leerse debajo de una imagen también de carácter íntimo y sexual de la joven.

Llevó también su venganza a Tik Tok

La cobarde venganza de Rubén R. L. incluyó una tercera red social: TikTok, a la que acudió para difundir una publicación en la que escribía: “Más abierta que la Puerta del Carmen… gratis… un like y te hace malabares”. Expresión con la que la sentencia considera probado que el condenado se estaba refiriendo sin lugar a dudas a quien había sido su pareja.

Durante el juicio, celebrado el pasado mes de mayo en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, el encausado negó haber difundido tanto el vídeo como los mensajes que aparecieron en las redes sociales. Llegó a decir que no era el titular del teléfono móvil desde el que se habían enviado las imágenes, cuando él mismo había facilitado ese número a la hora de identificarse ante la Policía Nacional. La defensa, a cargo de los abogados Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén, trató de convencer también a la jueza de que su cliente no gestionaba las cuentas de Instagram o Tik Tok en las que habían aparecido las fotos y los mensajes. Pero no lo ha conseguido.

“La experiencia muestra la existencia de personas despechadas por la finalización de una relación que se vengan de su pareja mediante la difusión de imágenes que nunca fueron concebidas para su visión por terceros ajenos a esa relación”, dice la magistrada. Esta recuerda también que, al lanzar este material tan íntimo y comprometido a través de las redes sociales, se multiplica “exponencialmente” el daño generado a la víctima.

La joven que denunció al ahora condenado reconoció desde el primer momento que ella grabó el comprometedor vídeo de índole sexual que terminó recibiendo su madre. Pero dejó también claro que ella se lo pasó al acusado cuando era su pareja “con el fin de que quedara para uso de ambos”, sin que en ningún momento diera su consentimiento para que este lo difundiera o compartiera con terceros. Y así lo considera acreditado la sentencia, que castiga con un año de prisión a Rubén R. L. por un delito de descubrimiento de secretos de especial relieve. Pena a la que añade una medida de alejamiento e incomunicación con la denunciante por un periodo de tres años.

La jueza también impone al acusado una multa de 960 euros por un delito leve de vejaciones injustas, al que también suma otra orden de alejamiento de seis meses.

Por último, la vengativa acción del joven le obligará a indemnizar con 5.500 euros a la víctima por los daños morales sufridos. Del mismo modo, tendrá que hacerse cargo de las costas del proceso, incluidas las de la acusación particular, a cargo de la abogada Lorena Arbués Ramos. 

El joven también había sido acusado de un delito de amenazas, pero ha sido absuelto del mismo. Contra la sentencia todavía cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión