Teruel

aniversario del derrumbamiento

La reapertura al tráfico, primer paso para la normalización de la calle de San Francisco de Teruel

Tras un año de cierre por el derrumbe, la recuperación de la circulación rodada en uno de los principales accesos a la ciudad evitará rodeos.

La calle de San Francisco lleva un año cerrada al tráfico a la espera del desescombro del número 21.
Heraldo.es

La finalización de las obras de desescombro del número 21 de la calle de San Francisco de Teruel permitirá, a finales de junio, reabrir al tráfico esta vía, uno de los principales accesos a la ciudad y que permanece cortado desde el día del derrumbamiento, el 13 de junio de 2023. La reapertura comportará un primer paso en la normalización de la vida en zona, cuya imagen sigue marcada un año después del hundimiento por la gigantesca muesca que dejó en el tejido urbano el edificio hundido.

Los trabajos de retirada de los cascotes, que empezaron el 22 de noviembre de 2023 y que han corrido a cargo de la empresa Construcciones y Desmontes Ribera Navarra, terminarán a finales de junio, según adelantó la alcaldesa, Emma Buj, recientemente. Habrán durado siete meses, frente a los cuatro previstos inicialmente. Durante todo este tiempo, el tráfico de entrada y salida del centro urbano se ha visto notablemente alterado y los automovilistas se han visto obligados a largos y tortuosos roderos y se han tropezado con la desagradable sorpresa de una señal de prohibido el paso.

El concejal delegado de Tráfico, Eduardo Suárez, afirma que la reapertura de la calle de San Francisco -todavía no se ha determinado si se reabrirán sus dos carriles o uno solo- supondrá “la vuelta a la normalidad”, al acabar con los molestos rodeos para llegar o partir del Centro Histórico. La reapertura descongestionará las vías utilizadas como ruta alternativa durante el último año, como el Camino de la Estación. Suárez concluye que la operatividad de la calle de San Francisco “mejorará el tráfico de la ciudad”.

La reposición de servicios afectados por el derrumbe, incluye también la normalización del suministro eléctrico. A raíz del hundimiento, Endesa tuvo que montar un equipo electrógeno como solución provisional y, después, instalar un centro de transformación temporal en sustitución del que quedó sepultado bajo los escombros del número 21. Para su instalación en un solar de propietario desconocido, fue necesario pedir una autorización el Juzgado de Instrucción número 2 de Teruel.

La compañía eléctrica tramita un proyecto para abastecer a los clientes que dependían del centro de transformación destruido a partir de otros centros existentes en el entorno. Una vez aplicada esta solución, el equipo provisional se desmontará, adelantan desde Endesa.

Una señal advierte a los conductores del cierre de la calle de San Francisco.
Heraldo.es

El concejal delegado de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, señala que, antes de normalizar la circulación de vehículos y peatones por la calle de San Francisco, el Ayuntamiento tendrá que asegurarse de que la calzada y las aceras quedan practicables y limpias de la grava vertida para proteger el pavimento durante las obras. Además, procederá al vallado del solar resultante del desescombro por seguridad.

La reapertura no tiene una fecha precisa, pero el Ayuntamiento anuncia que a finales de junio la calle volverá a estar disponible para el tráfico rodado. La empresa que ha ejecutado el desescombro, contratada por el Consistorio con carácter subsidiario y a la espera de determinar las responsabilidades del derrumbe, habrá retirado 4.821 toneladas de cascotes procedentes de los 21 pisos, las cocheras y los locales del número 21. La operación habrá costado un millón de euros.