La lucha de una familia de Panticosa para que su hijo de dos años con autismo consiga sus sueños
La familia de Sandro ha comenzado una campaña de recaudación de fondos para poder tener un perro de asistencia.
"Queremos que Sandro pueda cumplir sus sueños". Este es el objetivo principal de los padres de este niño de dos años y medio con Trastorno del Espectro Autista. Con esto en mente, Ruth y Tomás han comenzado una campaña para poder mejorar la vida de su hijo y poder acceder a un perro de asistencia para niños con autismo y que se convierta en su mejor aliado.
Sandro fue diagnosticado con autismo regresivo con 16 meses lo que cambió la vida de esta familia residente en Panticosa. Tanto sus padres, como los hermanos mayores del pequeño, han convertido a Sandro en el "motor de la familia". Por ello, quieren hacer todo lo posible para hacer su vida "más fácil".
Así, están en el camino de conseguir un perro de asistencia que puede suponer un cambio positivo en la vida de un niño que tiene este trastorno ya que se convierten en su guardián y se antepone a las necesidades de la persona. "De momento, nosotros no podemos dar un paseo con Sandro porque se escapa y echa a correr- explica.- El perro seguiría al niño a todas partes, está entrenado para ello", señala Ruth. Por ello, la familia se puso en contacto con la asociación sin ánimo de lucro, DogPoint, quienes entrenan perros de asistencia para niños con este tipo de trastorno.
Llevan en el camino de conseguir el dinero necesario desde el 10 de junio que comenzaron con la campaña y se muestran "súper agradecidos a todos aquellos que se han parado a ayudar". "Necesitamos conseguir 23.340 euros ya que este tipo de perros tienen un gran valor por el trabajo que hacen y su tipo de adiestramiento", recalca Ruth. Este dinero iría íntegramente a cubrir el adiestramiento y los gastos sanitarios del animal.
Estos "súper perros", de raza labrador, tienen cualidades especiales ya que son entrenados desde cachorros para atender a personas con TEA. "Los entrenan durante dos años con familias educadoras y designan cada perro al niño según las necesidades de cada persona y familia", explica. Por ejemplo, para Sandro su perro tiene que ser su compañero de paseo para que no se escape cuando eche a correr o para que vigile su sueño y le pueda dar la tranquilidad necesaria para que concilie el sueño "con normalidad".
Ruth recalca que desde el principio se han visto muy apoyados por la gente de la asociación. La primera vez que acudieron a DogPoint recuerdan que fue "muy emocionante" poder ver el contacto de Sandro con el perro y les dieron el visto bueno. "Ves que hay esperanza".
Así, una vez que consigan el dinero, el nuevo integrante de la familia se uniría a finales del año que viene. En ese momento comenzaría un proceso de adaptación en los que cuentan con 15 días de cursillo de adiestramiento y un seguimiento cada seis meses. "Este seguimiento es muy importante porque se puede ver si hay que modificar el adiestramiento del perro por si han cambiado las necesidades del niño", señala.
Ahora siguen en el camino de conseguir el dinero. Además del crowfounding, del 5 al 7 de julio van a participar con un puesto en el mercadillo de Panticosa para seguir recaudando dinero junto a la asociación. "Ya no solo es por Sandro, sino también por el resto de niños que tienen autismo", señala emocionada.
