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Azcón habla de "gestión sin precedentes" en el balance de su primer año y minimiza la ruptura con Vox

El presidente de Aragón destaca el gasto social, la rebaja fiscal, la atracciones de inversiones y la apuesta por la vivienda e insiste en ofrecer diálogo para encarar en minoría otro presupuesto récord. 

El presidente aragonés, Jorge Azcón, en su comparecencia de este lunes para dar cuenta de su primer año al frente del Pignatelli.
El presidente aragonés, Jorge Azcón, en su comparecencia de este lunes para dar cuenta de su primer año al frente del Pignatelli.
Toni Galán

"No existe un precedente de un Ejecutivo que haya conseguido hacer tantas cosas y con tanta trascendencia en tan poco tiempo".  Con esta frase del presidente de Aragón, Jorge Azcón, se puede resumir su comparecencia de este lunes para hacer un adelantado balance de su primer año de gobierno. Sin dejar espacio a la autocrítica, ha minimizado la ruptura de la coalición con Vox y ha redoblado su apuesta por el diálogo para encarar ahora en minoría la negociación de un nuevo presupuesto de récord. Y, de paso, ha vuelto a cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Acompañado por su gabinete, Jorge Azcón ha llegado a la Sala de la Corona del Pignatelli con la lección aprendida y no ha dejado lugar a la sorpresa. De hecho, su discurso no ha sido más que una ampliación detallada de los argumentos que dio hace tres semanas para defender la tarea desarrollada por la coalición tras la salida de la extrema derecha, en los que insistió en el pleno de la semana pasada.  

La línea troncal es que la labor de su gabinete está guiado por el objetivo de "mejorar la vida de los aragoneses" y ha asegurado que "sin ningún género de dudas, Aragón está mejor" que cuando tomó posesión el 11 de agosto de 2023. En esta línea, ha incidido en que seguirán con la hoja de ruta marcada, fruto del "cambio" por el que apostaron los aragoneses en las elecciones, y solo ha rebajado el tono para decir que el funcionamiento de la coalición ha sido "razonable" a pesar de las "diferencias" con sus socios. A sus exconsejeros Alejandro Nolasco y Ángel Samper les ha agradecido su dedicación y esfuerzo.

El presidente ha fundamentado buena parte de su balance en la economía, enfatizando el récord de contratos de la serie histórica, y la conversión de Aragón en "tierra insignia" de las inversiones, con los 22.269 millones comprometidos por los proyectos de Amazon Web Services, Microsoft, Lidl, Grupo Costa o Saica. En este punto ha vuelto a resaltar que pretende "convertir Aragón en la Virginia del sur de Europa", de modo que de ser un referente en el sector primario, automovilístico y logístico lo sea igualmente en el tecnológico. Y ha asegurado que las cantidades "absolutamente increíbles" seguirán creciendo. Para ello, ha urgido al Gobierno central a acelerar la mejora de las infraestructuras eléctricas para que puedan seguir llegando empresas. 

Este mensaje lo ha relacionado directamente con otro de los mantras del PP en su etapa de oposición, el "infierno fiscal" que ha empezado a combatir con la deflactación del IRPF para todos los contribuyentes y las rebajas en los impuestos de Sucesiones y Patrimonio. "Se puede gestionar más y mejor", ha apostillado. 

A su juicio, han podido demostrar que se ha avanzado en una "carga fiscal más justa" y, al mismo tiempo, sacar adelante los presupuestos más elevados "y los más sociales de la historia". De nuevo, ha relatado que se han reforzado los servicios públicos porque estaban "claramente infradotados" con las consabidas subidas del 10% en Sanidad y Educación y del 12% en Bienestar Social.

Con ello, ha recordado, se ha podido reducir un 20% las listas de espera quirúrgica, recuperar el transporte sanitario urgente en el medio rural y aplicar un plan de choque para reducir las demoras en la valoración de la  dependencia y la discapacidad, además de subir los sueldos a los profesores "para que dejen de ser los peor pagados de España".

En su resumen de 40 minutos, tampoco se ha olvidado de citar el plan de vivienda, dotado con 400 millones, la puesta en marcha del programa de inversión en carreteras que dejó listo el anterior Ejecutivo, el plan de reforestación y las ayudas por la sequía. Y para el final ha dejado el impulso al nuevo estadio de Zaragoza tras "dejar atrás el frentismo y los palos en la rueda" y los preparativos para celebrar el bicentenario de Goya. 

En el turno de preguntas, ha vuelto a tender la mano a la oposición para negociar el techo de gasto y las cuentas de 2025, aunque ahora desde un gabinete en minoría y con la advertencia de Vox de que exigirá "respeto" a sus votantes. A este respecto, ha apuntado que su propuesta se prepara "pensando en todos los aragoneses" y con la premisa de batir otro récord consecutivo: el techo de gasto crecerá un 2% con el doble objetivo de seguir reforzando las políticas sociales y con una "bajada equilibrada" de los impuestos.

Tampoco ha perdido la oportunidad de criticar una vez más al Gobierno de Pedro Sánchez, para lo que ha aludido a la "parte importante" de su tiempo que ha tenido que dedicar a  defender Aragón frente a un Ejecutivo central. Así, le ha vuelto a recriminar que esté "dispuesto a dinamitar la igualdad entre los españoles", a que haya ciudadanos "de primera y de segunda" y a que los aragoneses "estén en el segundo de los bloques". Para ello, ha mencionado los "desastres inconstitucionales" como la ley de amnistía y la financiación autonómica.

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