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sanidad

Medicamentos y calor: consejos para actuar frente a las altas temperaturas

Hasta 7.500 presentaciones que se dispensan en las farmacias requieren una especial precaución durante los días en los que se disparan los termómetros.

Nevera donde se conservan algunos medicamentos en la Farmacia Samper Casafranca, en Zaragoza.
Nevera donde se conservan algunos medicamentos en la Farmacia Samper Casafranca, en Zaragoza.
Javier Belver

Las altas temperaturas inciden también en los medicamentos, de ahí que los profesionales recuerden los consejos y recomendaciones para mantener y conservar los fármacos en buen estado.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos recuerda que existen hasta 7.500 presentaciones comercializadas y dispensables en las farmacias comunitarias -cerca del 50% de un total de 15.000- que precisan de especial precaución durante una ola de calor.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, su vicepresidenta, Pilar Labat, explica que el calor afecta tanto a los medicamentos como a los pacientes que toman esos fármacos. En España hay más de 1.000 presentaciones de medicamentos que deben conservarse en la nevera a una temperatura de entre 2 y 8 grados. De ellas, alrededor de 400 se pueden adquirir en las boticas. El resto son de uso hospitalario. 

De ahí la importancia de guardarlos refrigerados si es preciso y utilizar en algunos casos una nevera portátil para transportarlos hasta casa y conservarlos a temperatura indicada. "El mayor problema es el transporte, cuando se tiene que viajar es conveniente que se respete la cadena frío. Y teniendo cuidado, si se transporta en una nevera portátil, de que no estén en contacto con la placa de hielo, porque se podrían congelar. Por debajo de 0 grados el fármaco se puede alterar", concreta.

Entre el centenar de vacunas comercializadas y disponibles en las farmacias se encuentran algunas vacunas antigripales, indicadas frente a la hepatitis B o C o frente al rotavirus, que es una de las principales causas de diarrea grave en niños menores de cinco años.

Además, según dice: "Cuando nos vamos de viaje y tenemos que llevar medicamentos recomiendo llevarlos contigo. No dejarlos en los coches, porque se alcanzan temperaturas muy altas y los medicamento pueden llegar a los 50 grados". 

"En la farmacia tenemos frigoríficos especiales, con un rango de temperatura de 2 a 10 grados, que se controla diariamente", explica. Las cajoneras, además, tienen un efecto aislante. Y hay que tener en cuenta que las oficinas cuentan con aire acondicionado, lo que permite controlar el ambiente. Hay muchos fármacos que requieren refrigeración, "como vacunas, insulinas, colirios, jarabes, inhaladores...". 

El resto de fármacos basta con conservarlos a temperatura ambiente, entre 25 y 30 grados, "ya no por el principio activo sino por la forma farmacéutica, sensibles al calor", como supositorios, óvulos o pomadas.

Por ejemplo, en cremas o pomada se puede producir una separación de las fases, en las que el medicamento deja de tener un aspecto homogéneo y se puede distinguir una parte acuosa o semisólida; en el caso de los óvulos o supositorios se pueden reblandecer. En estos casos, se recomienda evitar utilizarlos.

¿Dónde se guardan en casa?

"Hay que hacer también hincapié en la recomendación de dónde hay que guardar los medicamentos en casa", explica la farmacéutica Pilar Labat. "Lo habitual es hacerlo en la cocina o en el cuarto de baño, por comodidad, y así lo conserva la mayoría de la población". Sin embargo, dice, esos no son los lugares adecuados, porque "la cocina puede alcanzar temperaturas altas durante el cocinado o al encender el horno y en el baño se dan condiciones de humedad que pueden alterar el fármaco".

"Lo mejor -añade- es elegir estancias con temperaturas más estables, como una habitación poco transitada, en un espacio fuera del alcance de los niños y en su envase original y con el prospecto".

El prospecto del fármaco, clave

Las recomendaciones de uso y conservación de los medicamentos y vacunas están recogidas en su prospecto. Desde el Consejo General de Farmacéuticos se recuerda la importancia que tiene su lectura antes de utilizarlos. Asimismo, ante cualquier duda que surja respecto a este ámbito, se debe preguntar al farmacéutico, especialmente en los productos que necesitan de conservación especial, sea en frío o una temperatura inferior a 20 o 30 grados.

Por otro lado, hay fármacos que pueden agravar los efectos de las altas temperaturas. Algunos favorecen la deshidratación o la pérdida de electrolitos, como los diuréticos. Otros afectan a la funcionalidad del riñón, como los antiinflamatorios. También existen medicamentos que interfieren con los mecanismos de pérdida de calor de nuestro cuerpo. Por ejemplo, los antihistamínicos o fármacos para el párkinson. 

Además, hay fármacos que pueden aumentar de forma directa la temperatura corporal, como analgésicos como tramadol o antipsicóticos para esquizofrenia.

Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza recuerdan la importancia de protegerse de las altas temperaturas, sobre todo la población mayor, la más vulnerable, que toma tratamientos crónicos. El calor puede agravar su estado de salud.

"La recomendación -explica la farmacéutica Pilar Labat- es hidratarse bien, tomar agua aunque no haya sensación de sed, sobre todo los mayores y los niños". Además de aumentar el consumo de frutas y verduras.

El Consejo General ha lanzado la campaña 'Cuidados del verano 2024' para disfrutar del verano de una forma saludable en la que se incide en la importancia que tiene para la piel una correcta fotoprotección y que incluye una guía con los aspectos a tener en cuenta al elegir unas gafas de sol y el uso de las plantas medicinales.

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