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Sanidad alerta de los picos de calor: el verano pasado se atribuyeron 144 muertes a las altas temperaturas en Aragón

Los expertos avisan de su impacto en la salud y consideran la primera ola de la temporada como "la más peligrosa" para la población vulnerable.

Jornada de calor en Zaragoza
Jornada de calor en Zaragoza
Toni Galan

Tras un junio muy llevadero y un inicio de julio con temperaturas suaves, el Observatorio de Salud y Cambio Climático avisa de los efectos que puede tener una subida rápida de los termómetros, que agudiza el impacto en la mortalidad y en las hospitalizaciones. El verano pasado se estimaron 144 muertes atribuibles al calor en Aragón. En junio y julio de este año todavía no se ha contabilizado ninguna.

Así se desprende del panel de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, que se actualiza a diario. Permite conocer los datos desagregados, de manera que se sabe que de esos 144 fallecimientos, 143 pertenecían a personas de más de 65 años, especialmente a los mayores de 85 (109).

Los expertos avisan del impacto de las altas temperaturas en la salud y consideran la primera ola de calor de la temporada como "la más peligrosa". Desde el Ministerio reconocen que para estar bien preparado "lo principal es la adaptación, que debe ser gradual", para que el cuerpo se aclimate fisiológicamente. Para Jesús de la Osa, director del curso ‘Cambio climático, temperaturas extremas y salud’ del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS): “Lo que hace el calor es agravar patologías crónicas en personas vulnerables y también hay que tener cuidado con los niños muy pequeños, porque sus mecanismos de regulación no están maduros”. 

De ahí que la mayor parte de la mortalidad atribuible a las altas temperaturas ocurra en personas mayores. De los decesos por esta causa “solo el 2% o 3% se deben a un golpe de calor agudo”. Reconoce que “la primera ola es la que más mata". "Las personas más vulnerables son las que más la sufren, y cuanto más dura más puede descompensar las patologías de base”, especifica. 

Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), su presidente en Aragón, Rafael Marrón, añade: “Lo que afecta fundamentalmente a las muertes atribuidas al calor son las altas temperaturas mantenidas en el tiempo, que provocan lo que denominamos ‘agotamiento por calor’, es decir, cuando el organismo es sometido a esta situación durante varios días”. Según dice: “Ante el calor excesivo podemos ver puntualmente algún golpe de calor”. Los mecanismos de regulación de los que dispone el organismo para bajar la temperatura son a través del sudor y de la vasodilatación: “En el golpe de calor esos mecanismos se agotan y dejan de funcionar”.

Los picos rápidos de calor, tal y como subraya Ángel Vicente Molinero, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en Aragón, pueden producir síncopes, alteraciones metabólicas, como deshidratación, y alteraciones en los ancianos y pacientes cardiópatas o diabéticos. Y, ante esta situación, insta a seguir unas recomendaciones, como hidratarse o permanecer en sitios frescos.

Unos consejos que comparte Isabel Paúles, vicepresidenta de la Sociedad Aragonesa de Médicos Generales y de Familia (SEMG Aragón) y responsable del grupo de trabajo de eVIDE (Estilos de vida y determinantes en la salud), quien recuerda la importancia de una adecuada ingesta hídrica, intentar evitar la exposición solar a horas de más intensidad, las horas centrales del mediodía y las primeras de la tarde, y cubrirse la cabeza con un sombrero o gorra para evitar el golpe de calor. “Para la ingesta hídrica se recomienda la ingestión de agua abundante, así como de fruta, rica también en este líquido”, dice.

Por su parte, Izarbe Galindo, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyc), reconoce que los picos rápidos de temperatura afectan mucho al cuerpo: “Pueden producir golpes de calor, con dolor de cabeza, deshidratación y calambres. En personas que toman determinados medicamentos puede afectarles más y se pueden agravar enfermedades crónicas”. Deben tener especial precaución ante las temperaturas extremas los ancianos o los niños pequeños, los trabajadores al aire libre, las embarazadas… Emplaza a la población a estar pendiente de las alertas que pueda dar el Gobierno de Aragón sobre la llegada de las altas temperaturas y que siga los consejos de los expertos. “Se está trabajando para poder identificar en la Historia Clínica a pacientes vulnerables como personas de riesgo ante olas de calor”, adelanta.

“Determinantes sociales de la salud”

Jesús de la Osa explica que “hay que atender no solo los aspectos físicos, sino los determinantes sociales de la salud”. En este sentido, se ha demostrado que el impacto del calor está directamente relacionado con un bajo nivel económico, en cuanto a personas que viven en pisos mal aislados térmicamente o que, por ejemplo, no pueden tener climatización.

“Hablamos -dice- de vulnerabilidad social”. Por eso, tal y como añade, “cuando llega el calor se hacen miles de infografías y de folletos sobre cómo protegerse del calor” pero, indica: “Al final tendríamos que atender a los determinantes sociales de la salud, en cuanto a viviendas mejor aisladas, a ciudades más reverdecidas, a más refugios climáticos... Es decir, pasar de la protección individual a una visión social de la protección frente a las olas de calor”.

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