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memoria histórica

Pilar Chueca, nieta del aragonés identificado en Cuelgamuros: "Me llamó el ministro y casi no podía hablar de la llorera"

La nieta de Juan Chueca Sagarra, un jornalero de 42 años asesinado en agosto de 1936, relata emocionada cómo recibieron la noticia este domingo.

A la izda., Enrique (fallecido hace dos meses) el hijo menor del aragonés Juan Chueca Serrano, cuyos restos han sido identificados en Cuelgamuros. A la derecha, un retrato de su madre y su hermana Pilar. Y, abajo, toda la familia, en una reunión familiar.
A la izda., Enrique (fallecido hace dos meses) el hijo menor del aragonés Juan Chueca Serrano, cuyos restos han sido identificados en Cuelgamuros. A la derecha, un retrato de su madre y su hermana Pilar. Y, debajo, toda la familia, en una reunión familiar.
Pilar Chueca

A las 11.30 de ayer, la zaragozana Pilar Chueca -nieta del segundo aragonés identificado en el valle de Cuelgamuros- recibía una llamada inesperada por parte del Ministerio. Los restos de su abuelo, un jornalero de 42 años que tuvo cinco hijos y que fue asesinado en agosto de 1936, habían sido identificados por los forenses del valle de Cuelgamuros (antes valle de los Caídos).

"La primera persona que me ha llamado para darme la noticia ha sido el ministro, y casi no he podido hablar con él porque me ha entrado una llorera impresionante", contaba Chueca, una zaragozana de 48 años.

El propio ministro Torres llamó a Pilar este domingo para comunicarle que habían identificado a su abuelo, Juan Chueca Segarra, en el valle de Cuelgamuros.
El propio ministro Torres llamó a Pilar este domingo para comunicarle que habían identificado a su abuelo, Juan Chueca Segarra, en el valle de Cuelgamuros.
H. A.

La búsqueda de los restos de su abuelo, asesinado en la Guerra Civil, se remonta a hace aproximadamente un año, cuando una prima que desconocían tener en Magallón, localidad natal de su abuelo Juan, llama por sorpresa a casa de sus padres nonagenarios y les cuenta que son familia. "Ella me puso en contacto con la asociación Afaeem y con Pilar Gimeno, la presidenta. Un día fuimos a su casa mi padre y yo y nos quedamos en 'shock' porque siempre habíamos creído que a nuestro abuelo lo fusilaron en Borja y no había salido del pueblo. Pilar nos comentó que creía que estaba en Cuelgamuros, donde se habían llevado los restos de 17 personas en una caja, y que nos estaban buscando para cotejar el ADN, poderlo identificar y llevarlo así al sitio donde tiene que estar", relata Chueca, emocionada de que la noticia les llegue apenas unas semanas después de que falleciera su padre, a los 92 años. 

Enrique Chueca era el pequeño de cinco hermanos. "El mayor se llamaba Juan; la segunda, Pilar; el tercero, Donato; y la cuarta, Lucía. Cuando se llevaron a mi abuelo, mi padre tenía 4 años. En la familia era un tema tabú. Aunque él siempre recordaba que se habían llevado a mi abuelo en una camioneta", explica Chueca.

Pilar, que es también la pequeña de cinco hermanos, se siente hoy "muy agradecida" por la labor que han hecho con su familia desde la Asociación de Familiares y amigos de los Asesinados y Enterrados en Magallón, ya que gracias a su presidenta han podido dar con el paradero de su abuelo. 

"Mi padre, el día que me llamó Pilar Gimeno para avisar de que iba a ir el médico forense al hospital a sacarle la muestra, preguntó: '¿Han encontrado a mi padre?'. No hacía más que mirar al médico con cara de sorpresa... Un señor tan majísimo (llora). Lo vi hasta contento, dentro de que estaba super malico. En menos de 15 días falleció. Tenía 92 años, pero por lo menos pudo estar y que le hicieran la prueba", cuenta Pilar. 

Todavía emocionada, reconoce que la noticia de la identificación de los restos de su abuelo ha sido un "chute de alegría" para ella y sus hermanos, un aliciente para seguir investigando sobre la historia de la que sus padres nunca quisieron hablar. "Mi abuela se quedó viuda con 5 hijos y 39 años, y se tuvo que ir de Magallón por las vejaciones que sufrió en la época. Falleció con 59 años, en Zaragoza. Ya no la conocí ni yo ni ninguno de mis hermanos, y eso que el mayor tiene 65 años. Mi padre decía que mi abuela nunca hablaba mucho del tema... Pero Pilar, de Afaeem, me cuenta cosas que te ponen los pelos de punta. Encima de que se llevaron a mi abuelo, a ella le raparon la cabeza, le dieron aceite de ricino y la pasearon por todo el pueblo... Eso mi padre lo tenía grabado a fuego", comenta. 

De su abuelo Juan Chueca Segarra no han podido encontrar ninguna fotografía, pero sí que comparten una de su abuela y su tía Pilar, "en un marco de fotos que mis padres tienen colgado en su piso de Zaragoza, sobre el cabecero de la cama". Enrique, que falleció a los 92 años, está enterrado en el cementerio de Torrero, con su madre y su hermana Pilar. Sus hijos todavía no han decidido qué harán con los restos del abuelo, pero ya tienen alguna idea que mira hacia su localidad natal. "Queremos ir a Magallón, porque sí que me ha comentado Pilar Gimeno que hay un panteón muy bonito en memoria de los fusilados. Como mi padre estaba ya muy malico cuando le sacaron la muestra, tampoco se enteró mucho... Mi madre ahora tiene un poquito de demencia, pero se entera todavía. Hoy le hemos dado la noticia y ha dicho: '¡ay, si lo supiera tu padre!'", concluye Pilar. 

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