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Cuatro estudiantes de la Universidad de Zaragoza diseñan marquesinas contra la despoblación

Han recibido un premio de la Fundación Repsol por su proyecto que permite comprar billetes y enviar y recibir paquetes en las paradas de los autobuses públicos.

Los universitarios de Zaragoza Daniel Baya, Gerardo Cambra, Gerardo Artal y Adrián Almoyna (de izquierda a derecha), en la entrega del premio en la Fundación Repsol.
Los estudiantes de la Universidad de Zaragoza Daniel Baya, Gerardo Cambra, Gerardo Artal y Adrián Almoyna (de izquierda a derecha), en la entrega del premio en la Fundación Repsol.
Fundación Repsol

Gerardo Cambra procede de Lucena de Jalón, Daniel Baya es de Borja, Gerardo Artal nació en Radiquero y Adrián Almoyna viene de Alcañiz. Los cuatro son estudiantes de la Universidad de Zaragoza y están acabando el cuarto curso de Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Proyecto. Han formado un equipo para defender los pueblos de Aragón, como parte de sus estudios, y su trabajo sobre el desarrollo de las marquesinas les ha llevado a ser premiados recientemente en el Challenge Universitario de Fundación Repsol.

“Somos un grupo de estudiantes de la Universidad de Zaragoza que éramos amigos y ya habíamos hecho otros trabajos en clase. Vimos este concurso de la Fundación Repsol y nos apuntamos para presentar una propuesta para las categorías que había. Le llamamos ‘Las marloquinas’ porque unía los términos ‘lockers’ y ‘marquesinas’. Era la fusión”, detalla Gerardo Cambra, de 22 años.

Su propuesta es crear unas marquesinas inteligentes que eviten la despoblación de Aragón, con el fin de proteger los pueblos de donde ellos proceden. Estuvieron en Madrid durante dos días defendiéndolo en un concurso conocido como ‘Hackathon’, como una maratón para desarrollarlo “a fuego”, desde la mañana a la tarde “sin parar”.

El universitario Gerardo Camba, en una marquesina de un pueblo.
El universitario Gerardo Cambra, en una marquesina de un pueblo.
Fundación Repsol

La primera edición de este concurso contó con la participación de 1.702 estudiantes de 84 universidades, que dieron a conocer sus propuestas para acelerar la descarbonización en España. Junto a este grupo de Ingeniería en Diseño Industrial, otro equipo de la Universidad de Zaragoza también fue premiado con el proyecto ‘Descarbonización de la industria siderúrgica mediante biomasa y power-to-go”. De cinco galardones entregados, dos llegaron a Aragón.

"Fomentar el transporte público en los pueblos"

“La idea de las marquesinas de autobuses consiste en que faciliten la venta de billetes, que digan el tiempo que falta para su llegada y el retraso que acumula -como si fuera una estación- y por donde pasa la ruta”, relata el universitario. “El objetivo es intentar que se fomente este transporte público en los pueblos y para las personas mayores”.

Pero además pretenden que esas “marloquinas” tengan unos ‘lockers’ o buzones que puedan utilizarlos “para recibir o enviar paquetes” desde sus pequeñas poblaciones. Gerardo Cambra explica que así estimulan a las compañías de autobuses para que mantengan ese servicio y aprovechar el correo ya que "se hacen compras online".

Al mismo tiempo, este planteamiento supone “minimizar el impacto ambiental”, porque los estudiantes de la Universidad de Zaragoza defienden que “las furgonetas no tienen que ir a esos pueblos a 40 kilómetros o de propio para llevar un simple paquete”. El objetivo de los cuatro estudiantes aragoneses es “intentar evitar la despoblación” y que “esas líneas de autobús no desparezcan”.

Dibujo del proyecto de los universitarios de Zaragoza sobre la marquesina.
Dibujo del proyecto de los universitarios de Zaragoza sobre la marquesina.
Fundación Repsol

Un premio económico y educativo

Los protagonistas recogieron un premio económico de 12.000 euros y, además, se les ofreció la posibilidad de recibir una beca de la Fundación Repsol. Todos están acabando la licenciatura estas semanas y el máster que les proponen podría ser para el próximo año. Aún están en plenas tramitaciones.

El equipo universitario, coordenado por el profesor Iván Lidón, confía en que alguna empresa de autobuses siga su proyecto. “Hace falta una inversión de capital y se necesita que sean 12.000 euros por cada marquesina”, precisan.

Además, consideran que en cada una de ellas deberían usar “unas placas solares” y “una toma eléctrica” de respaldo por si no hay suficiente energía. Pero los universitarios creen que cada marquesina debe alimentarse del sol, una energía renovable, como una fuente que alimente la pantalla que aportaría las ventas de los ‘lockers’ y efectuar los envíos de los paquetes.

Queremos fomentar el uso del transporte para que obtengan beneficios y tratar de reducir las furgonetas de reparto, con lo que también tendrían ganancias”, precisa Gerardo Cambra.

Al haber pueblos alejados de las grandes carreteras, los universitarios defienden que “el mal mayor es la contaminación ambiental de los transportistas con sus furgonetas para un paquete”. Y agregan que necesitan el apoyo de los gobiernos para que su idea se ponga en marcha. “Querríamos fusionar a los que van de Correos y los de los autobuses para esos traslados”, indica.

Aunque este premio lo recibieron el pasado mes de marzo, este grupo lleva haciendo trabajos justos desde segundo curso y recientemente fueron finalistas en el campeonato nacional de envase y embalaje, que se celebró en Valencia y también les premiaron. “Diseñábamos con una empresa el parquin para un producto y hacer el mejor diseño posible”, concluye.

Los cuatro tienen dudas sobre si continúan la licenciatura con un máster y se sienten “bien valorados” después de haber sido premiados. “Siendo de pueblo sabemos que cada vez van a menos y queremos contrarrestarlo”, señala Gerardo Cambra, camino de Lucena de Jalón, que tiene unos 200 habitantes y estos días celebran las fiestas.

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