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Volver al pueblo: El reto de atraer y asentar población en el medio rural

La plataforma ‘Volver al pueblo’ echó a andar en 2018 y cuenta con un mapa de recursos en pequeños municipios, donde la falta de vivienda sigue siendo el principal inconveniente. Un total de 21 familias han recibido apoyo para asentarse en el pequeñas localidades.

REPORTAJE SOBRE DESPOBLACION EN SANTA CRUZ DE GRIO / 05-05-2022 / FOTOS: FRANCISCO JIMENEZ[[[FOTOGRAFOS]]]
Una calle de Santa Cruz de Grío
Francisco Jiménez

Ante el fenómeno de la despoblación, son numerosas las iniciativas que buscan, ya no revertir la situación, sino mitigarla lo máximo posible. Entre ellas, la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (Coceder) puso en marcha en 2018 ‘volveralpueblo.org’, una plataforma para poner en contacto a personas interesadas en llegar a pequeños municipios facilitando un banco de recursos en los que se incluyen viviendas, empleos, negocios y fincas. En estos seis años, el balance a nivel nacional es de 670 personas establecidas. Dentro de esa agrupación, se incluyen 23 entidades, de las que dos son aragonesas: la Asociación Cultural Grío, en la zona de Calatayud, y la Asociación Sociocultural Guayente, en el valle de Benasque.

Entre ambas organizaciones, a las que se suma la iniciativa del ayuntamiento turolense de Cabra de Mora y del Centro castellonense Palancia Mijares, han gestionado la llegada -a distintos municipios de las tres provincias- de un total de 21 familias, de las que una parte han conseguido asentarse de forma estable, mientras que el resto han cambiado de horizontes por diversos motivos. A nivel estatal, las estadísticas reflejan un alto interés con más de 12.000 familias registradas, alcanzando los 1.689 recursos: 280 terrenos, 227 ofertas de empleo, 195 negocios y 987 viviendas.

Desde Coceder, con la perspectiva que aporta la experiencia, valoran que "los principales problemas para asentar población" son el trabajo y las casas. De eso saben particularmente en Guayente, asentada en el municipio de Sahún, en uno de los enclaves turísticos del Pirineo aragonés. "Al ser una zona con mucha llegada de visitantes, los precios de la vivienda son muy altos, porque no se concibe destinarla para el alquiler como residencia habitual, sino enfocada al turismo", explica Lola Abentín, técnico de la entidad oscense. Dentro de sus estadísticas, detalla que de dos familias con las que estrecharon relación para fijar su estancia en la zona, solo una continua.

Abentín destaca que, en el caso de la asociación en la que participa, el trabajo con la población de fuera ha sido una constante ya desde tiempo atrás. Reconoce que hay demanda de empleo en la zona, especialmente en el sector hostelero, pero también en el del cuidado a personas mayores. "La falta de casas para los trabajadores es un lastre", asume. Sin embargo, se muestra esperanzada, ya que a los estiletes que resisten contra la despoblación -Castejón de Sos y Benasque- se unen nuevos proyectos. "Hay mucho trabajo por delante, pero ya se están poniendo encima de la mesa y se está estudiando habilitar vivienda social", apunta.

"También hay que seguir haciendo un trabajo de concienciación y sensibilización para que los particulares especialmente pongan sus casas en alquiler", remarca Abentín. Coceder coincide y recuerda que las entidades territoriales desempeñan una labor de "acogida y atención integral a la persona y al resto de su familia". No solo en el momento de contacto y llegada, sino que hay un acompañamiento durante todo el proceso de asentamiento, integración y seguimiento posterior.

Desde Coceder, en su evaluación de los primeros años del programa, reconocen que la labor de las pequeñas entidades implantadas a lo largo de todo el territorio también se encuentran otras líneas de trabajo, como fomentar soluciones alternativas de vivienda, acciones de sensibilización, captación de recursos y alianzas con otras entidades. Particularmente con los ayuntamientos. En el caso de la Asociación Cultural Grío, con base en la localidad de Codos, pero con actividad en muchas otras localidades de la Comunidad de Calatayud, y en especial en el entorno de la sierra Vicor, su experiencia es un aval.

"No solamente nos llegan interesados en el programa también hay ayuntamientos que conocen el trabajo que hacemos y nos llaman. Todo el proceso se acaba por hacer mediante la plataforma", reconoce Consuelo Vicente, animadora de la entidad zaragozana y técnico en el programa de despoblación de Coceder. En solo cuatro años, han tenido más de 140 solicitudes.

De ellas, 17 familias han acabado por asentarse y es un proceso en el que Vicente aboga por el realismo. "Desde el principio lo ponemos difícil, lo anticipas. Porque la gente viene por los beneficios, la tranquilidad, etcétera, pero a veces olvida que existen dificultades, como que no hay tienda, el médico viene solo unas horas…", argumenta..

  

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