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HAY TRES DETENIDOS

Un tiroteo en Las Fuentes acaba con un herido por impacto de bala

Los hechos ocurrieron alrededor de la 1.30 en la calle del Monasterio de la Oliva. El joven está fuera de peligro.

Uno de los testigos, Manuel Matías, contaba ayer lo que presenció desde su ventana.
Un tiroteo en Las Fuentes acaba con un herido por impacto de bala
ESTHER CASAS

Lo que parecían ruidos de petardos para festejar la victoria de la Selección Española hicieron que los vecinos del zaragozano barrio de Las Fuentes tardaran en comprender que la supuesta celebración era, en realidad, un tiroteo. Un joven resultó herido por impacto de bala y otros tres hombre fueron detenidos como consecuencia de la trifulca, que tuvo lugar alrededor de la 1.30 en la calle del Monasterio de la Oliva. El herido por arma de fuego fue trasladado en ambulancia al Hospital Clínico después de que varios vecinos lo subieran a una vivienda para evitar que los agresores lo alcanzaran de nuevo. Según fuentes policiales, al menos seis personas se vieron involucradas en el tiroteo, cuyas causas todavía se desconocen.


"Al principio pensábamos que eran petardos, porque la gente estaba muy revolucionada con el Mundial", comentaba ayer Pili, una vecina de la calle del Monasterio de la Oliva. "Fueron tres o cuatro tiros, y el chico se puso a gritar como un animal", manifestó. Cuando se percataron de que aquellos ruidos no tenían nada que ver con la celebración, varios vecinos llamaron a la policía.


"Yo estaba entretenido con un videojuego cuando escuché el alboroto. Me asomé a la ventana y vi que el chico venía tambaleándose por la acera y al final se cayó al suelo al lado de mi portal. Venía gente corriendo desde la calle de Salvador Minguijón, así que la pelea debió empezar por esa zona", declaraba ayer Manuel Matías. "Esto era un hervidero de ambulancias y agentes", afirmaba otro vecino, que al menos contó cuatro coches de la policía.


Sin embargo, mientras llegaban unos y otros, el joven herido se desangraba en la calle. "Mi marido acababa de regresar de trabajar cuando escuchamos los disparos. Nos asomamos a la ventana y vimos al herido en el suelo, a pocos metros del portal. Estaba rodeado de un montón de gente", explicaba ayer Beatriz, la vecina que socorrió al joven. "Un vecino, mi marido y yo salimos a la calle, cogimos al chico y lo subimos a mi casa. Trabajo limpiando los quirófanos de un hospital, pero nunca había visto tanta sangre", comentaba, todavía conmocionada por la situación que le tocó vivir en primera persona. "Creo que él iba con una chica, pero no dejamos entrar al portal a nadie más. Teníamos miedo de que nos hicieran algo también a nosotros", continuó la improvisada enfermera. "Me puse tan nerviosa que salí a la calle en pijama. No recuerdo si me dio tiempo de ponerme las zapatillas o bajé descalza", relató. Según contó Beatriz, el joven estaba consciente cuando lo subieron a la vivienda, aunque se mareaba y parecía que en cualquier momento iba a perder el conocimiento. "Le habían disparado a la altura del muslo. La bala le entró por detrás y le atravesó la pierna de lado a lado", afirmaba esta vecina. "No paraba de gritar que le habían matado y que se iba a desangrar, así que intentamos cortar la hemorragia con un cinturón. Luego se levantó la camiseta y en el torso llevaba dos navajazos. En ese momento me pareció que la ambulancia tardaba horas en llegar", explicaba unas horas después de su desagradable experiencia. Pero al final los servicios médicos subieron a su casa y se llevaron al herido, que había perdido una cantidad de sangre importante.


Mientras el joven - según algunos vecinos, un chico del barrio- esperaba a la ambulancia, sus agresores huyeron en diferentes direcciones, aunque la policía pudo detener a tres de ellos. Además, esa misma noche varios agentes peinaron la calle de Monasterio de la Oliva en busca de los casquillos de bala. Algo más lejos les llevó la búsqueda de la pistola con la que se efectuaron los disparos. Según Pili Gallego, que vive justo enfrente del lugar en el que el herido quedó tendido en el suelo, por la mañana estaban buscando el arma por la orilla del Ebro. "Uno de ellos debió huir hacia allí y habían acordonado la zona", explicó. La investigación para esclarecer los hechos sigue abierta.