En la localidad oscense de Revilla viven más mariposas que personas. Ubicada en la Comarca del Sobrarbe, a muy pocos kilómetros del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, cuenta con 10 habitantes censados, pero con cientos de lepidópteros revoloteando por sus inmediaciones, en un hábitat idílico para su crecimiento. Habitan en una microrreserva que tiene una historia que contar, principalmente porque fue la primera de España creada para proteger a estos bonitos insectos. 

En 2009 la asociación Zerynthia y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos se unieron para mejorar el hábitat de la mariposa hormiguera de lunares (Phengaris arion), muy habitual en esta zona aragonesa y que a su vez está muy amenazada. "El principal objetivo que buscamos cuando creamos esta microrreserva era preservar el hábitat de este insecto que se encuentren en peligro", asegura Yeray Monasterio, presidente de Zerynthia, la asociación española para la protección de las mariposas y su medio. Con esta reserva -al igual que hacen en otras creadas en España-, buscan proteger a la mariposa hormiguera que vaga en su mayor parte en zonas del norte y centro de España. 

Para ello, gracias a esta idea, pueden controlar este espacio para que se conserve tal y como está, sin cambios sustanciales en el terreno. Desde Zerynthia cuentan que no se puede acceder al interior de esta parcela, pero por la zona se pueden observar varios ejemplares en estas fechas de verano. De hecho, hay un sendero interpretado en el que los interesados verán esta especie y otras muchas que habitan en este lugar. 

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La mariposa hormiguera, especial por sus lunares

Este tipo de lepidópteros se identifican precisamente por los lunares característicos en sus alas. Pero también por necesitar en su proceso de vida a las hormigas y a las ovejas. "Estos insectos son dependientes de ciertas especies de hormigas en su fase de oruga. Pero también dependen de las ovejas que se encargan de mantener la hierba en un estado óptimo en el que las hormigas puedan vivir libremente", explica el presidente de Zerynthia. Es decir, las mariposas necesitan a las hormigas y a las ovejas de la zona para mantenerse en buen estado. 

El mes de julio es la época perfecta para acercarse a este paraje del Pirineo para poder apreciar estos insectos. En la zona de la microrreserva de Revilla hay carteles explicativos, así como códigos QR con información detallada sobre esta compleja y curiosa especie. Además, se explica su extraña, pero necesaria relación con las hormigas y el ganado, y podrás buscar a estos insectos a lo largo de un sendero con unas vistas únicas. Pero si prefieres no caminar, puedes detenerte en las inmediaciones a la microrreserva y seguro encontrarás una.

La localidad de Revilla se enclava entre roquedos y bosques de robles, encinas y pinos silvestres sobre el cañón fluvial del río Yaga. Las flores y las mariposas reinan en este paisaje natural, por lo que más allá de disfrutar de estos lepidópteros, su entorno es digno de visitar. 

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