Ciencia y filatelia
La historia del ADN, contada con sellos
Cada paso en la historia del estudio del ADN tiene un sello en algún lugar del mundo. Descúbrelos.
El ADN, o ácido desoxirribonucleico, es la molécula que contiene la información de la vida, de la vida de cada individuo. Es lo que nos diferencia a unos de otros y nos distingue de otras especies.
El padre agustino Gregor Mendel es considerado el padre de la genética. Cruzando variedades de guisantes que diferían en una característica, estudió cómo ese atributo se transmitía a las generaciones posteriores, descubriendo que existen caracteres dominantes y recesivos. En 1865 enunció las llamadas Leyes de Mendel, que sentaron las bases de los patrones de la herencia.
En 1869, Johan Friedrich Miescher aisló la molécula de ADN por primera vez. La bautizó como nucleína, ya que se encontraba dentro del núcleo de todas las células estudiadas. En 1910, Albert Kosser recibió el Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento de la adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T), las bases nitrogenadas que forman el ADN. Estas cuatro bases forman parejas AT y CG.
En 1959 el bioquímico español Joan Oró sintetizó la adenina a partir del ácido cianhídrico. Las cuatro bases, junto a un grupo fosfato y la ribosa forman los nucleótidos, descubrimiento debido a Phoebus Levene en 1920.
Pero sin duda, el avance más destacado en el estudio del ADN fue el descubrimiento de su estructura en forma de doble hélice. Este hallazgo les valió el Premio Nobel de Medicina a Francis Crick, James Watson y Maurice Wilkins en 1962. Sin embargo, este premio esconde una gran injusticia. La base del descubrimiento fue la famosa Fotografía 51, en la que se revelaba la estructura helicoidal de la molécula, tomada por una joven Rosalind Franklin. La fotografía fue utilizada sin su consentimiento y ella nunca recibió el premio Nobel.
La segunda mitad del siglo XX ha estado plagada de grandes avances en el estudio y la síntesis del ADN, que se ha traducido en varios premios Nobel, como el de Severo Ochoa en 1959 o el de Barbara McClintock en 1983. Merece la pena resaltar que aunque nació en Asturias, Severo Ochoa renunció a la nacionalidad española en favor de la estadounidense en 1956.
Por su parte, Barbara McClintock es una de las 12 mujeres que ha recibido este galardón en el ámbito de la medicina, frente a los 184 hombres.
La década de los 90 y el comienzo de los años 2000 han estado marcados por dos grandes hitos: la clonación en 1996 de la oveja Dolly, el primer mamífero en ser clonado a partir de células adultas, por científicos del Instituto Roslin, de Escocia, y el desciframiento de la secuencia completa del genoma humano en 2003, impulsado por el Gobierno de los Estados Unidos.
A partir de este momento, la modificación genética, a través de los métodos CRISPR por ejemplo, brinda nuevos horizontes a la ciencia y despierta profundas inquietudes éticas. El futuro se abre ante nosotros.
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