Salud
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La cara oscura del mundo de la estética: "Hay personas que se realizan tratamientos en domicilios no autorizados"

La doctora zaragozana Elena Delso, especializada en este tipo de medicina, ha hablado de la importancia de escoger un profesional bien formado y de confianza.

Elena Delso, propietaria de la Clínica zaragozana Delso
Elena Delso, propietaria de la Clínica zaragozana Delso
Heraldo

El mundo de la medicina estética puede resultar muy atractivo. Suele ir asociado a mejoras en nuestro aspecto físico o a cambios en nuestra imagen positivos. Sin embargo, esconde una cara oculta que muchas personas desconocen. Existen servicios clandestinos en domicilios en los que sus "profesionales" se hacen pasar por médicos altamente cualificados pero que carecen, en la mayor parte de las ocasiones, de los conocimientos y las licencias que se necesitan para tener una consulta de medicina estética autorizada. Un caso claro es el de la mujer que viajó a Zaragoza el pasado mes de mayo para someterse a unas inyecciones de bótox  en un piso y acabó ingresada en la uci.

Este tipo de casos son cada vez más recurrentes. Casi la mitad de los españoles se hizo un tratamiento de medicina estética en 2023, según el informe 'Percepción y uso de la Medicina Estética en España'. Pero, ¿todos ellos se han realizado en centros autorizados?

La respuesta, según este mismo informe de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), es que el 28% de las mismas se realizaron en espacios clandestinos. Muchas personas escogen este tipo de opciones debido a los precios o a la rapidez a la hora de realizar los servicios. Pero, ante todo, es muy importante tener en cuenta que la salud es lo primero. "La medicina estética es algo que nos produce salud y bienestar, pero el paciente debe tener la responsabilidad de ir a un profesional bien formado y de confianza, porque hay personas que se realizan tratamientos en domicilios o en sitios no autorizados", explica Elena Delso, propietaria de la Clínica Delso, ubicada en la calle de Francisco Vitoria.

Esta zaragozana estudió medicina en la Universidad de Navarra hace ya 26 años y cursó un Máster de Medicina Estética en Mallorca. Tras casi media vida en el sector, es plenamente consciente de la importancia de la formación. "Un médico estético tiene una formación universitaria y una intensiva posterior. Nosotros como médicos estéticos podemos controlar los temas formativos y ahora más que nunca tenemos muchísimas herramientas y continuos cursos", asegura la doctora Delso.

Pero más allá de la teoría, también quiere dejar constancia de todo lo que hay detrás de una clínica autorizada. "Cada vez se nos exige más en las normativas para darnos los permisos, títulos y licencias. Un centro debe tener unos mínimos aparte del título o especialidad del médico, como la U.48", sostiene Delso. Esto es la licencia sanitaria otorgada por la Consejería de Sanidad de cada Comunidad Autónoma que identifica a la clínica como centro sanitario autorizado.

Además, todos los instrumentos utilizados en estos centros de medicina estética autorizada debe tener una autorización mínima avalada por los laboratorios con los que trabajan. "A todos nos llegan correos de empresas que nos ofrecen productos sospechosamente más baratos y no se nos ocurre comprar allí, no sabemos de dónde vienen, dónde han estado almacenados o si siguen las normativas mínimas de producción", especifica Delso, que trabaja actualmente como cirujana oral y maxilofacial del Hospital Miguel Servet.

Riesgos de la medicina estética

Con sus años de experiencia como médica experta en la materia, Delso advierte de los peligros que puede suponer la medicina estética. "Como todo procedimiento médico, los tratamientos estéticos también tienen sus riesgos", asegura la facultativa zaragozana. 

Elena Delso explica que es "de vital importancia que como médicos intentemos siempre minimizar esos riesgos y valorar el nivel de riesgo- beneficio de lo que vamos a aplicar". "Es muy importante saber resolver y estar preparada para complicaciones que puedan surgir", sostiene.

Unos problemas que no pueden gestionar desde los centros clandestinos, que están cada vez más en auge. Estos falsos médicos atraen a los clientes con unos precios mucho más económicos que los del mercado y emplean las redes sociales para llegar a su público. Normalmente son gente que viene, está uno o dos días en cada ciudad y huye. La diferencia es que la mayoría de estas personas ni son médicos ni inyectan productos homologados para uso sanitario. 

Delso explica que en su clínica, como en todas aquellas autorizadas, se utilizan productos totalmente legalizados, respaldados por muchos estudios y autorizados por Sanidad. Por ello, insiste en la importancia de observar que todo esté en orden antes de someterse a un tratamiento estético. De lo contario, pueden acabar como la mujer que terminó en la uci hace unas semanas. 

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