Salud
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Eva Nogales: "¿Por qué enfermamos? Un cáncer es una célula que ha perdido su identidad"

Ganadora del Premio Shaw, investiga el funcionamiento más elemental de genes, células y moléculas para hallar terapias a enfermedades incurables

Eva Nogales
La biofísica Eva Nogales
R. C.

La biofísica Eva Nogales lidera un laboratorio de investigación de biología molecular y celular en la Universidad de Berkeley (Estados Unidos), donde busca las piezas que respondan a una gran pregunta: por qué enfermamos. "El organismo está compuesto por tejidos con distintas células, que utilizan complejos de moléculas biológicas. Han evolucionado para hacer su trabajo pero, de vez en cuando, algo va mal", explica Nogales, que nació en Colmenar Viejo (Madrid) y emigró de España hace 35 años. La científica participará en Women Now, que se celebrará en Madrid los días 19 y 20 de junio.

¿Por qué enfermamos?Cuanto más estudiamos los procesos biológicos, más me sorprende que no enfermemos más. Somos un sistema súper complejo que funciona bien en la mayoría de los casos. Tenemos sistemas moleculares que compensan, arreglan o sustituyen las partes dañadas del ADN por unas nuevas. Pero con el tiempo empiezan a fallar. Nosotros hemos evolucionado para tener un sistema inmunológico impresionante, que combate patógenos en algunos casos sin darnos cuenta o con un mínimo efecto. Pero los patógenos también evolucionan. Es una lucha constante. Lo excepcional y sorprendente es lo bien que funcionamos para lo extremadamente complejos que somos.

¿Cómo se alcanza una terapia para una enfermedad incurable?En muchos casos, la idea es intentar compensar esos defectos que empiezan a ocurrir en la célula con el uso de medicamentos, que son moléculas químicas muy pequeñas que cambian la forma de funcionar de los componentes celulares. Hay una nueva técnica, la edición genética (conocida como 'Crispr') que usa un sistema de proteína (llamado 'Cas9') y ARN para que las bacterias luchen contra los virus que las infectan. Ahora los biotecnólogos pueden usarla para hacer cambios genéticos en nuestras células, de manera que un gen que no funciona o no se expresa se pueda eliminar o sustituir. Yo estudio los procesos fundamentales de las células para entender cómo actúan sus moléculas; es ciencia primordial.

Estos conocimientos, ¿cuánto tardan en llegar a un paciente de un sistema público de salud?Depende, hay casos rápidos y otros más lentos. El conocimiento se acumula hasta que, de repente, se produce un desarrollo biotecnológico crítico que hace que llegue hasta nosotros. Por ejemplo, las vacunas de ARN, que en meses llegaron del diseño a las personas que pudieron inyectárselas en la pandemia del covid. Sucedió en meses, pero antes hubo muchísimos descubrimientos durante un siglo que permitieron usar el ARN para vacunarnos. Nada de lo que surge ahora es aislado. La técnica de Crispr lleva solo una docena de años, desde que se probó que los componentes bacterianos pueden usarse en cualquier organismo, incluso el humano, para cambiar su genética, y ya hay una terapia para un tipo de anemia. Ya está en funcionamiento y hay gente que se ha curado.

¿Se podría tratar así al cáncer?Es una de las mayores lacras en términos de pérdidas de vida. Pero no es una enfermedad, son miles. Hay muchos tipos de cáncer que además difieren de un paciente a otro. Estamos aprendiendo cómo funcionan. Ahora hay terapias que buscan cómo empujar a nuestro sistema inmunológico para que ataque al cáncer; sin agotarse, sin darse por vencido, que es lo que sucede ahora. Ya existen terapias, desarrolladas en los últimos años, que ayudan a que luche más, pero no sirven para todos los cánceres. No es una enfermedad ideal para curar con Crispr, pero en mi laboratorio también trabajamos con sistemas que son dianas para distintos tipos de cáncer.

¿De qué manera?Las células deciden, durante el proceso embriogénico, qué van a ser. ¿Neuronales, musculares...? Están constantemente tomando decisiones que silencian una parte del genoma o activan otra. Yo estudio uno de los componentes celulares que hace eso. Y un cáncer es una célula que se ha olvidado de lo que es, que ha perdido su función y lo único que hace es dividirse y consumir nutrientes y desplazar las células que sí están haciendo su función. Ha perdido su identidad, ya no hace su trabajo. Es como un virus, que sólo se reproduce a sí mismo.

Dejar huella

Ha ganado el Premio Shaw, ¿para qué sirve un premio?Sobre todo para poner el foco en la ciencia de forma más general, porque hace que te conozca más gente. Tener la atención del público en general me permite hablar de la actualidad científica. También me deja sentir el respaldo de la comunidad de científicos y es una inyección de moral.

Se dice que podría ganar el Nobel, ¿lo espera?No, yo lo que espero es seguir teniendo la curiosidad de querer entender la naturaleza y hacer los descubrimientos que nos motivan para seguir trabajando. Un premio no se compara con lo que sentí al darme cuenta que por fin teníamos respuestas a las preguntas sobre cómo funcionan los complejos moleculares, y saber que dejamos una huella que otros podrán utilizar para ir más allá. El premio es la guinda, pero no se hace ciencia por eso.

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