Opinión
Suscríbete
Por
  • Toni Losantos

El insti

El insti
El insti
Antonio Garcia

Durante años en Teruel se hablaba de ‘el Ibáñez’ (J. Ibáñez Martín, el instituto histórico); tras el borrado (que muchos creyeron imposible), hoy se habla de ‘el Vega’ (IES Vega del Turia) con la misma naturalidad.

Pero los borrados, aunque nos empeñemos (incluso si nos asiste la ley) nunca son completos, y quizá tampoco plenamente justos. Con todo, el homenaje nominal al ministro turolense de Franco ocupa una cuarta parte de la larga historia del centro educativo, y no es de sus nombres de donde procede su grandeza. Los institutos evocan otras cosas, más valiosas que la historia, menos deleznables que la política: el tiempo de unas vidas en marcha.

Así que hoy presumiré del mío, el de aquel nombre borrado e imborrable, ‘el Ibáñez’, pues ahí estudiaron, poco antes de la modificación, Nathalie, Vega, Marcos y Rodrigo, los protagonistas de ‘Milenials’, última novela de Félix Teira. Que Vega se llame Vega (en vísperas del cambio de nombre) le permite al autor una ironía, un cosquilleo amable en un libro inclemente, lúcido y sarcástico.

Confieso que me ha atrapado la ficción; esos alumnos de ese bachillerato (¿2001-2003?) pudieron ser alumnos míos. Ya sé que una anécdota gloriosa que hila dos o tres pespuntes de la novela, ambientada en aquellas clases, no me concierne directamente, pero de un modo platónico Nat, Vega, Marcos y Rodrigo pasaron por las aulas que yo fatigo y, mirando atrás sin ira, me reconozco en el fluir de aquel tiempo y la construcción de aquellas vidas en marcha.

Pese a algunos esfuerzos de mitificación –léase la legendaria Generación Paulina–, no ha gozado el viejo instituto de mejor homenaje estético que esta novela de Teira, siempre tan atento con Teruel. Y, ya que estamos, no solo por ‘el Ibáñez’. Dos de los personajes proceden de sendos emblemas provinciales: el Matarraña y los Montes Universales, marcas geográficas y de carácter, sabiamente incorporadas.

Conste, en fin, que esto no es la reseña literaria que la novela merece, ni siquiera una recomendación (aunque sugiera la obligatoriedad de su lectura): solo es una columna sentimental y agradecida.

Toni Losantos es profesor de Instituto en Teruel

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión