LETRAS ARAGONESAS. OCIO Y CULTURA

La escritora zaragozana Begoña Oro logra el tercer premio Cervantes Chico para Aragón

El jurado le concedió el galardón "por la calidad, alcance y popularidad objetiva de su trabajo en la literatura infantil y juvenil"

Begoña Oro colabora con distintas editoriales y suele publicar libros preñados de humor, de ingenio y de fantasía.
Begoña Oro colabora con distintas editoriales y suele publicar libros preñados de humor, de ingenio y de fantasía.
Toni Galán.

La escritora, editora y divulgadora zaragozana Begoña Oro ha ganado el premio Cervantes Chico que concede el Ayuntamiento de Alcalá de Henares (Madrid) por "por la calidad, alcance y popularidad objetiva de su trabajo en la literatura infantil y juvenil". El Premio Cervantes Chico, que se otorga desde 1992, además de premiar a un autor por su labor en la literatura infantil y juvenil, buscar incentivar los hábitos de lectura entre la población infantil y juvenil, y estimular a los escolares en distintos aspectos de los valores humanos. Otros dos zaragozanos, Fernando Lalana y Ana Alcolea, ya habían ganado este galardón con anterioridad.

Aunque cursó Derecho de 1992 a 1995 en la Universidad de Zaragoza, Begoña Oro es una de las grandes voces del mundo de la Literatura Juvenil e Infantil (LIJ). Posee una extensa trayectoria y ha recibido varios galardones como el Premio Gran Angular en 2011, por ‘Pomelo y Limón’. En 2014 quedó finalista del premio El Barco de Vapor por 'El niño del carrito'. Conquistó el Premio Lazarillo en 2018 por su obra 'Un fuego rojo' y el Premio Jaén de Literatura Juvenil por el libro 'Tú tan cáncer y yo tan virgo', escrito al alimón con el médico Alberto Jiménez Schuhmacher, colaborador asiduo de HERALDO, un libro que abordaba lejos de la solemnidad la enfermedad del cáncer. 

Entre sus galardones también logró el premio ‘Artes & Letras’ de Literatura Infantil y Juvenil. En 2023 fue pregonera de la Feria del Libro Aragonés de Monzón. Allí dio un titular que no parece en absoluto exagerado: “La literatura infantil que se hace en Aragón es la mejor que se hace en España. Tenemos premios nacionales, ilustradores y escritores impresionantes y verlos aquí reunidos es una maravilla”. En 2014, ofreció un cambio en su producción y se hizo acreedora a X Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes con ‘¡Buenas noches, Miami!’.

Esencialmente divertida e imaginativa, posee un gran sentido del humor y ha creado distintas serie de personajes, sobre todo para los más chicos. Es una escritora hiperactiva y trabajadora, una auténtica soñadora de su oficio: interviene en distintos programas para difundir la lectura entre los más chicos, y participa en todo en congresos, ferias, festivales, charlas, y es constante su cita con los alumnos en distintos colegios. Desde hace algunos años reside en Madrid. Siempre ha defendido los usos de la imaginación, a autores como Michael Ende o Gianni Rodari y "el poder transformador de las palabras".

Hace un par de año, el CPI Parque Venecia dio su nombre a su biblioteca. En ese instante contó a HERALDO algunas claves de su pasión indesmayable por las letras. “Me marcó mucho en la niñez una colección de cuentos, de editorial El Molino, que tenía mi madre de muchos lugares del mundo: nórdicos, suizos, japoneses, de la condesa de Segur”. Revelaba que quien le influyó de manera decisiva fue su abuela María Teresa Giral, maestra del colegio de Montañana. Confesaba con su personalidad desenfadada: "Tiene allí una calle y era maestra durante las 24 horas del día. Era seca, pero nos leía de todo: romances, cuentos, diferentes historias. Ella nos contagió la pasión de leer. Amaba las historias truculentas de Aragón como ‘La campana de Huesca’. A veces no tenía medida. Nos enseñaba a cocinar y recuerdo el día que trajo un pescado grande, nos mostró sus ojos y nos enseñó el cristalino… Y yo pensaba, qué asquerosidad, ja ja ja”. 

Uno de los últimos títulos de esta mujer apasionada es un tebeo inspirado en uno de sus personajes más conocidos: ‘Troti. En busca del sol. Mi primer cómic’ (SM), que ilustra Alejandro Villén. Es un viaje en el tiempo a la Prehistoria. Escribe Begoña Oro: “Troti es un animal prehistórico. Existió hace miles de años y, durante un tiempo, convivió con personas muy parecidas a ti. Ahora, cuenta cuántos cuernos tiene Troti. Uno, ¿verdad? Eso quiere decir que Troti es… un unicornio”.

Por otra parte, el Cervantes Chico también reconoce la labor de autores iberoamericanos. Este año la galardonada ha sido la conocida autora paraguaya Renée Ferrer de Arréllaga.

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