La escritora Begoña Oro y Mar Villar poseen imaginación a raudales, ingenio y sentido del humor. Inician una nueva serie de cuentos ilustrados, en el sello Beascoa, concebida para los más pequeños y para los amantes de los animales, especialmente de las jirafas y de los puercoespines. De la jirafa Julia, que tiene algunas dificultades con el habla, y del puercoespín Paco, que califica los días como “Días sandías”, si son alegres y divertidos, o “días bananas”, si son tristes.

Los nuevos personajes nacen en el cuento ‘La escuela sabana’, a la que acuden el elefante Vicente, la cebra Débora, la leona Lucía o, entre otros, a la hiena Josefina, que tiende a ser burlona. Las autoras -la zaragozana Begoña Oro, Premio Gran Angular, de los textos; Mar Villar, formada en Salamanca y residente en Valencia, de los dibujos llenos de color, sencillos y a la vez repletos de sutileza- presentan a sus criaturas, del clima de convivencia de estos estudiantes “cachorros”, que están a punto de recibir la visita de La Escuela Pradera, con sus vacas, ovejas, caballos y cerdos.

El profesor Tomás estimula a sus alumnos, y sucede lo inesperado. Y entonces Julia, esa misma que “se hace un lío con las palabras”, deberá entrar en acción. El cuento, sobre la amistad y la recepción del otro, va dejando fogonazos: “¡Conocer gente lleva tiempo!”, se nos recuerda.

Mar Villar / Beascoa.

El segundo cuento se titula ‘Un nuevo amigo’, y alude a un recién llegado que “es chico, rosa y de fuera”. De nuevo, la hiena Josefina alza sus suspicacias: “¿Cómo va a ser rosa? ¡No hay ningún animal rosa!”. Lo hay: el flamenco. Paco y Julia lo ven y se quedan admirados por varias razones. Mantiene mucho rato la cabeza en el agua, tiene raros andares y parece ejecutar un baile primoroso con movimientos “así y asá”. ¿Cuál es aquí el conflicto? Posiblemente el miedo al otro, el temor a lo desconocido, el recelo inicial. Cuando se supera, podría ser que nos encontrásemos con un contador de historias y un gran viajero, y se pase “un día sandía total”, en palabras del puercoespín Paco,

El humor gamberro y divertido, y a veces didáctico, de Begoña Oro no excluye otros matices. Por ejemplo: nos recuerda que la lengua de las jirafas, que pasa 12 horas fuera de la boca, puede medir 50 centímetros y sirve hasta para limpiarse las orejas, aunque sea completamente negra. También recuerda que todos los flamencos son rosas, pero “los machos lo son aún más pues el rosa es un color muy atractivo para las hembras”; llegan a ‘maquillarse’ con aceite rosa para parecer más rosas de lo que son. ¿Dijo alguien que los animales ignoran los secretos de la coquetería?

Mar Villar, que se dedica exclusivamente a la ilustración desde 2014, explica: “Me encanta dibujar animales, y cuando puedo cuelo algún gato, perro o pájaro. Trabajo bastante con técnicas tradicionales pero también utilizo técnica digital, y en ocasiones mezclo ambas”. Aquí ha ido más allá y pinta, además de todos los citados, cocodrilos, monos, cebras, hasta un jabalí que baila y acaba “cayéndose en un charco de barro”.