Una veintena de yacimientos aragoneses tendrán excavaciones arqueológicas a lo largo del verano

Enclaves como Cabeza Ladrero, Los Bañales, La Caridad, Aratis o El Forau de la Tuta serán objeto de estudio

Vista aérea de La Cabañeta, donde están a punto de retomarse las excavaciones arqueológicas.
Vista aérea de La Cabañeta, donde están a punto de retomarse las excavaciones arqueológicas.
Universidad de Zaragoza 

Las excavaciones arqueológicas y paleontológicas vuelven este verano con una veintena de yacimientos aragoneses a estudio. En el apartado arqueológico hay que distinguir entre sondeos y excavaciones arqueológicas. De los primeros, la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón ha autorizado los de Argillo (Calatorao, Zaragoza), Pila Porquera (Alcañiz, Teruel) o Campo Real/Fillera en Sos del Rey Católico (Zaragoza).

Y excavaciones, gracias al Ministerio de Ciencia e Innovación, habrá por ejemplo en la Cueva del Piojo de Ricla (Zaragoza), una caverna sepulcral del Neolítico final (en torno al 3000 antes de Cristo). Ya se ha realizado una campaña en mayo y se prevé retomar los trabajos próximamente. El proyecto de investigación incluye el estudio de restos de pequeños vertebrados para obtener información acerca del clima.

El Ayuntamiento de Borja, como en los últimos veranos, va a costear en agosto una campaña de excavación en el yacimiento celtibérico y romano de El Pedernal. El consistorio de Belchite, por su parte, no pierde de vista uno de los atractivos de la localidad, el pueblo viejo, y financia, junto a la Asociación Española de Arqueología Militar, la limpieza manual con seguimiento arqueológico de las calles del Rosario y La Sinoa con el objetivo de abrir el acceso de las rutas guiadas a la antigua judería del Pueblo Viejo de Belchite. "Se busca enriquecer las actuales rutas turísticas añadiendo un importante fragmento de la historia medieval de la villa, y poner la base para que Belchite entre en la Red de Juderías españolas", asegura el arqueólogo Alfonso Fanjul.

Por su cercanía a la capital aragonesa, el yacimiento de La Cabañeta (El Burgo de Ebro), es idóneo para que estudiantes de la Universidad de Zaragoza realicen allí sus prácticas. Y así lo van a hacer a lo largo de julio, mes en el que los arqueólogos tienen previsto excavar en el foro romano y avanzar en el lado meridional del pórtico donde podría estar el templo.

La investigación la impulsa el Instituto de Patrimonio y Humanidades de la Universidad de Zaragoza. Además de La Cabañeta, tiene un proyecto internacional en Uzbequistán y excavará en Artieda, en el yacimiento de El Forau de la Tuta. Durante todo el mes de julio un grupo de alumnos de varias universidades profundizará en el estudio de las termas romanas.

La Comarca de las Cinco Villas lleva varios años empeñada en estudiar y rentabilizar el yacimiento romano de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza). Ya ha habido una campaña de excavaciones en un lagar de Layana y actualmente se trabaja, y hasta final de julio, en el barrio norte de la ciudad.

También financia, junto a los ayuntamientos de Sos del Rey Católico y el de Sofuentes, la campaña en el enclave romano de Cabeza Ladrero (Sos), en el que participan ya alumnos de varias universidades (Cantabria,Madrid, Granada, Pamplona, Barcelona...). El objetivo de este año, el octavo en el que se trabaja allí, es terminar el estudio de la necrópolis para abordar posteriormente la ciudad. El yacimiento es enorme, tiene más de 20 hectáreas de superficie.

Marta Blasco, de la Universidad de Valencia, codirige una investigación desde principios de mes en Alto Chacón (Teruel). "Buscamos un posible acceso al poblado y queremos terminar la excavación de una casa", señala. Y Beatriz Ezquerra, por su parte, codirigirá en julio los trabajos en La Caridad con el objetivo futuro de elaborar un proyecto de musealización. Ambas campañas están financiadas por el Museo de Teruel.

En el apartado paleontológico, la mayor parte de la actividad se desarrolla desde la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis. Su responsable, Alberto Cobos, es codirector de cuatro de los seis proyectos autorizados por la Dirección General de Patrimonio de la DGA. "No hacemos campañas clásicas –subraya–, sino que en función de las necesidades, de los proyectos de investigación y de la coyuntura, vamos excavando de forma habitual en una serie de yacimientos que consideramos clave. En el de la Mina Santa María de Ariño, por ejemplo, desde 2010 a hoy hemos extraído ya 12.000 fósiles de vertebrados".

Teruel es protagonista: en Riodeva se intentará conocer la riqueza y extensión del yacimiento Carretera; al igual que en Cabra de Mora y su yacimiento CM-8; en Mosqueruela y Puertomingalvo se realizarán tareas de prospección, limpieza y sondeo en un yacimiento de icnitas de dinosaurio del Cretácico Superior; y labor parecida se quiere hacer también en el yacimiento de icnitas de El Pozo, en El Castellar.

Además, y también en Teruel, Manuel Salesa, científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales, dirige una pequeña campaña de excavación en el yacimiento Puente Minero, donde el año pasado sacó a la luz fósiles de hipparion (un caballo de tres dedos), rinocerontes, ciervos, bóvidos, félidos dientes de sable, hienas y tortugas terrestres.

Fuera de la provincia de Teruel, solo hay una excavación paleontológica prevista este verano y es en Huesca. Allí, científicos del grupo Aragosaurus de la Universidad de Zaragoza extraerán un nido de huevos de dinosaurio en la Collada de la Tallada, en Loarre. Se pretende recuperar un nido descubierto en un lugar de acceso tan difícil que va a requerir el uso de un helicóptero. Previamente, en julio, en el contexto de un curso de verano, también se extraerá otro nido en el yacimiento de Santa Marina.

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