Shuarma: "Hemos trazado un camino estable a base de mucho trabajo y de mucha verdad"
El cantante y compositor actúa este sábado (21.00) con su banda, Elefantes, en el Teatro de las Esquinas.
Elefantes celebra 30 años de trayectoria musical y lo hace de la mejor manera posible, con una gira de conciertos que hoy (21.00) hace escala en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza. La banda barcelonesa integrada por Shuarma (cantante y compositor), Jordi Ramiro (batería), Julio Cascán (bajista) y Alex Vivero (guitarra) revisa sus éxitos y presenta sus últimas composiciones. HERALDO conversó con Shuarma antes del recital que el grupo ofrecerá esta noche.
Echando la vista atrás, ¿cómo valora estos 30 años de trayectoria del grupo?
Nos sentimos orgullosos de lo que hemos hecho y de quienes somos como grupo. Hemos compuesto canciones mejores, canciones peores, hemos tenido aciertos y muchas equivocaciones, éxitos y fracasos..., pero, sobre todo, hemos trazado un camino estable a base de mucho trabajo y de mucha verdad. Un camino que nos define y con el que nos sentimos en paz, y que continúa. Esto no ha terminado...
Siguen juntos después de todo este tiempo, amén de su separación (2006-2013). ¿Cuál es la clave para mantener viva la llama?
Pues no lo sabemos, nosotros hemos intentado mantenernos fieles a nosotros mismos y a nuestra manera de hacer canciones y de formar parte de esta industria. Pero imagino que una de las claves es el amor a este oficio infinito que consiste en escribir canciones y cantárselas a la gente.
De su último trabajo, ‘30 aniversario o tratado sobre jardinería’, ¿de qué está más orgulloso?
De poderlo llevarlo a cabo, es decir, de cumplir 30 años en la música y de sentirnos orgullosos. Por supuesto que nos encantan nuestras canciones y también estamos felices de la cantidad de compañeros que nos han acompañado durante el camino y de los que hemos aprendido mucho, pero creo que no consigues eso si no estás bien contigo.
En el álbum figura un tema nuevo, ‘Este amor’. ¿Cómo surge la idea de componer esta canción?
No queríamos hacer un disco que mirara únicamente al pasado. Nos encanta celebrar nuestro 30 aniversario y compartirlo con el público, pero nuestra mirada está en el futuro y en las canciones que están por venir. Para nosotros era fundamental escribir una canción que expresara cómo nos sentimos ahora y hacia dónde vamos. Es por eso que la canción dice: «Este amor va creciendo».
¿Cómo celebra Elefantes los conciertos de esta gira aniversario? ¿Qué van a encontrar sus seguidores en el ‘show’ de este sábado en Zaragoza?
Es un concierto largo e intenso, muy exigente para nosotros. Pasamos por todas las etapas de la banda y tiene una alta carga emocional. De momento están siendo los mejores conciertos de nuestra carrera, o eso nos dice el público, y nosotros también lo sentimos.
En 2022 recibieron la Butaca de Honor del Teatro de las Esquinas. ¿Qué significa para ustedes este reconocimiento?
Zaragoza es una ciudad fundamental para nosotros y cualquier muestra de cariño que venga de ella nos emociona. Llevamos muchos años en los escenarios y sabemos de la importancia de los espacios en los que se hace música en directo, así que aún nos emociona más, y si le sumas que en el Teatro de las Esquinas hemos dados conciertos fundamentales para nosotros pues se puede imaginar el simbolismo y la emoción de este premio. Estamos muy agradecidos.
La capital aragonesa es casi una segunda casa para Elefantes. ¿Supone una responsabilidad extra actuar ante el publico zaragozano?.
Después de 30 años actuando y con un público fiel que te sigue, subir a un escenario supone una gran responsabilidad, pero hay ciudades en las que suceden cosas especiales y Zaragoza es una de ellas. No se si siento más responsabilidad, pero lo que sí que tengo claro es que siento una mayor emoción. Creo que Zaragoza es el lugar en el que más me gusta tocar.
¿Qué papel ha jugado Enrique Bunbury en su carrera (con el grupo y en solitario)?
Pues Enrique ha sido fundamental. Nos cambió la vida, porque él nos dio la posibilidad de que nos escuchara mucha gente. Antes de Enrique tocábamos para 10 personas, los días que iban bien, y con el tocábamos para audiencias muy grandes. Además nos ayudó a que un sello se interesara por nosotros, nos produjo un disco y nos llevó de gira por España, Estados Unidos y México. Pero sobre todo, si tengo que quedarme con algo, es con su amistad. Quiero mucho a Enrique.
Él fue una de las pocas personas que acudió a ver a Elefantes en aquel primer concierto que dieron en Zaragoza a finales de los 90 en la sala Morrissey. ¿Cómo recuerda aquel encuentro clave?
Fue una noche muy divertida, acabamos de madrugada en unas condiciones difíciles de explicar, pero a partir de allí surgió una gran amistad y como he dicho antes cambió la dirección del grupo.
Al margen de otros proyectos personales, tanto en la música como en otras facetas, ¿tienen energía e ilusión para seguir sobre los escenarios?
Tengo la absoluta convicción de que lo mejor de Elefantes está por venir. Creo que estamos en un gran momento y tengo la sensación de que el camino será muy largo. Prometo morir cantando.
