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Día trágico con cuatro muertos en playas, entre ellos un hombre procedente de Teruel

El hombre de 84 años se encontraba en la playa de L’Estany-Mas Mel de Calafell tras perder el conocimiento en el agua. 

Agentes de la Guardia Civil, en las puertas del centro de salud de Ateca.
Agentes de la Guardia Civil, en las puertas del centro de salud de Ateca tras el ahogamiento de la menor de 14 meses.
Jorge Zorraquín

Cuatro personas han fallecido este jueves en playas españolas, un hombre de 87 años tras un infarto y después su mujer de 85 por una parada cardiorrespiratoria al intentar salvarlo en Guardamar del Segura (Alicante), un bañista de 73 años en Port de la Selva (Girona) y otro octogenario que sintió una indisposición al entrar al agua en Calafell (Barcelona).

A estos sucesos se suma el hallazgo este jueves del cadáver de un menor de 16 años desaparecido en el río Júcar en Mariana (Cuenca) y localizado por efectivos del grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil a 2,5 metros de profundidad.

El menor estaba en paradero desconocido tras lanzarse al río desde la tarde de este miércoles, cuando se inició la búsqueda.

Además, este jueves, coincidiendo precisamente con el Día Mundial de la Prevención en los Ahogamientos, un niño de siete años está en estado muy grave tras ahogarse en el embalse de Picadas, en la localidad madrileña de San Martín de Valdeiglesias.

Entre los sucesos trágicos del día destaca el fallecimiento de un matrimonio de veraneantes procedentes de Madrid en una de las playas de Guardamar del Segura (Alicante).

Primero murió el hombre, de 87 años, que sufrió un infarto mientras estaba en el agua y quedó flotando. Y después su mujer, de 85 años, que entró en parada cardiorrespiratoria por el estado de 'shock' al socorrer a su marido.

La pareja fue asistida en un primer momento por los servicios de socorrismo de Cruz Roja y posteriormente por una ambulancia del SAMU y del Soporte Vital Básico pero las maniobras de reanimación RCP no dieron resultado positivo porque ya habían fallecido.

Por otro lado, este jueves ha fallecido un hombre de 84 años procedente de Teruel en la playa de L’Estany-Mas Mel de Calafell (Tarragona).

La víctima había comentado a sus acompañantes que iba a bañarse porque tenía calor y no se encontraba bien, pero al poco de llegar al agua ha perdido el conocimiento y los socorristas que han acudido alertados por unos bañistas próximos no han podido hacer nada por salvarle la vida.

Y también ha fallecido este jueves un hombre de 73 años de nacionalidad francesa en la zona del faro de Sarnella de Port de la Selva (Girona).

Los servicios de emergencia recibieron un aviso de que había una persona inconsciente en el agua, en una zona que no dispone de servicio de vigilancia, pero al llegar no fue posible reanimar a la víctima.

El miércoles hubo otras muertes por ahogamiento, entre ellas la de un hombre al no poder salir de una balsa de riego en la pedanía murciana de Torreagüera, y la de otro hombre en una playa de El Ejido, en la provincia de Almería.

Además, dos personas murieron ahogadas en piscinas, un hombre en O Rosal (Pontevedra) y una niña de un año en Ateca (Zaragoza).

Una vez recuperada la normalidad tras años anómalos a causa de las restricciones por la pandemia del coronavirus, los números de fallecidos por ahogamientos no han dejado de subir, según los datos recabados mensualmente por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS).

Si en el primer semestre de 2023, con la temporada estival ya comenzada, se registraron 160 muertos -y llegó a diciembre con más del doble, 422-, el mismo periodo de este año ha cerrado con 198 casos, según los últimos datos disponibles.

"Las cifras dan para pensar que estamos por encima de años anteriores, pero hay que esperar al final del verano", señala en declaraciones a EFE Miguel Ángel Arrocha, coordinador nacional de salvamento en playas de la Cruz Roja.

Sin obviar las ocasiones en las que los ahogamientos mortales se producen por causas sobrevenidas, como una lipotimia o un golpe fortuito, muchos de ellos van aparejados a la imprudencia.

Alfonso Segura, oficial de bomberos de la Comunidad de Madrid y responsable de su unidad de rescate acuático, advierte de que en aguas interiores, como pantanos, ríos y lagos, el problema no es tanto la osadía de algunos como la despreocupación.

Los expertos aconsejan nadar en zonas vigiladas, ir siempre acompañados, cuidado con las corrientes marinas, evitar los baños bajo los efectos del alcohol o las drogas, y en cualquier caso de emergencia, llamar al 112 y seguir al pie de la letra sus instrucciones hasta que lleguen los sanitarios.

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