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POLÍTICA

El PSC se acerca al independentismo con su pacto para permitir el voto a distancia de Puigdemont

La investidura catalana sigue pendiente de lo que resuelva el Supremo sobre la amnistía a los líderes del 'procés'.

El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el cabeza de lista de Junts, Toni Comín (i), y la expresidenta del Parlament, Laura Borrás, durante el acto de campaña de JxCat para las elecciones europeas celebrado este viernes en Colliure (Francia).
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el cabeza de lista de Junts, Toni Comín (i), y la expresidenta del Parlament, Laura Borrás, durante el acto de campaña de JxCat para las elecciones europeas celebrado este viernes en Colliure (Francia).
David Borrat

El PSC sigue dando pasos de aproximación hacia los independentistas con vistas a la investidura de Salvador Illa. Los socialistas han pactado con los grupos secesionistas y con los comunes, que suman entre todos una amplia mayoría absoluta, reformar el reglamento del Parlament, lo que permitirá a Carles Puigdemont y a los dirigentes huidos votar de forma telemática o a través de la delegación de voto. Los cinco grupos (PSC, Junts, ERC, comunes y CUP) registraron este viernes una modificación conjunta del reglamento, que supone el primer gran acuerdo transversal de la legislatura, después de que los secesionistas hicieran piña en la votación para la elección de los miembros de la Mesa del Parlament y dejaran a los socialistas sin la presidencia de la Cámara catalana, a pesar de haber ganado claramente las elecciones.

Los cinco grupos pretenden aprobar la reforma del reglamento del Parlament durante el mes de julio. Su intención es que el reglamento regule por primera vez el voto telemático y amplíe los supuestos de delegación de voto, que irán más allá de las bajas por enfermedad o maternidad. Si se aprueba en julio, Puigdemont, Puig y el republicano Wagensberg podrán votar la investidura. El de este último es clave para el PSC, pues no le sobra ni un escaño si logra un acuerdo con ERC y los comunes.

El PSC ha pactado con los independentistas y los comunes la reforma del reglamento del Parlament

Así, la delegación de voto se permitirá en «situaciones excepcionales, debidamente justificadas a criterio de la Mesa en las que, para impedir el desarrollo de la función parlamentaria y dadas las especiales circunstancias, se considere suficientemente justificado». Una disposición transitoria vinculará la delegación de voto a la aprobación de la ley de amnistía que ya se aplica en Cataluña. Además, un nuevo artículo regulará la votación telemática en los mismos términos que la delegación de voto para las situaciones excepcionales, y también será posible para los diputados que tengan compromisos de representación institucional en el extranjero.

Esquivando el Constitucional

Los socialistas se unen a los soberanistas para esquivar al Constitucional y dan un giro de 180 grados, pues fueron ellos quienes llevaron al Tribunal Constitucional una decisión de la Mesa del Parlament de la pasada legislatura que permitió el voto a distancia de Lluís Puig y que el tribunal de arbitraje acabó anulando semanas atrás. Se trata del primer acuerdo de este mandato, en un momento en que PSC, ERC y Junts negocian a tres bandas. Los socialistas lanzan guiños a los nacionalistas: tanto en la posición de la Fiscalía respecto a la amnistía como los cambios en la Ley de Enjuiciamiento Civil.

El líder del PSC, Salvador Illa, busca apoyos para ser investido antes del 26 de agosto. Negocia un pacto progresista con ERC y los comunes. El acuerdo está lleno de obstáculos. De entrada por las exigencias de ERC, que no se mueve de su petición de máximos de un concierto económico para Cataluña como el el País Vasco, y por la propia situación de guerra interna en Esquerra. El tercer escollo es Carles Puigdemont, que también aspira a ser investido y hará lo que sea para torpedear las negociaciones entre los socialistas y los republicanos. El factor Puigdemont está estrechamente ligado a las decisiones que adopte el Tribunal Supremo respecto a la aplicación de la ley de amnistía. En el Alto Tribunal tienen aún que pronunciarse Pablo Llarena, la sala segunda que juzgó a los líderes del 'procés' y la magistrada que instruye el caso Tsunami.

Si el Supremo sigue el criterio de la Fiscalía, Puigdemont podrá regresar libre de cargos y el pleno de investidura en Cataluña podría celebrarse sin sobresaltos. La elección de Illa dependería únicamente de su capacidad para seducir a ERC. Pero si el Supremo tumba la amnistía para los mandos del 'procés', Cataluña estará abocada a nuevas elecciones, porque ERC_no podrá apoyar a Illa en la investidura.

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