Joe Biden afirma que Israel y Hamás han asumido su plan como el "marco" para un alto el fuego cercano

La parte hebrea ensombrece las expectativas tras reclamar Netanyahu por sorpresa un mecanismo de seguridad que evite a los milicianos armados regresar al norte de Gaza.

Palestinos ayudan a un hombre herido después de los ataques israelíes en el campo de refugiados de Nuseirat, Franja de Gaza
Palestinos ayudan a un hombre herido después de los ataques israelíes en el campo de refugiados de Nuseirat, Franja de Gaza
Jehad Alshrafi

El presidente de Estados Unidos ha alimentado de nuevo la esperanza de un pronto final del conflicto armado en Gaza. "Es hora de poner fin a esta guerra", aseguró Joe Biden en un mensaje donde afirma que Israel y Hamás ya han acordado un "marco" tendente a decretar un alto el fuego, aunque todavía quedan puntos de desacuerdo. Fuentes hebreas sugieren que el pacto podría producirse en dos o tres semanas si se salvan esas discrepancias, que son «grandes».

Lo que sí se confirma es el intenso trasiego de papeles entre las delegaciones. La coalición islamista está dispuesta a instaurar un gobierno palestino independiente para dirigir Gaza y Cisjordania después de la guerra. Según su oferta, debería tratarse de un Ejecutivo de "tecnócratas" elegido por los propios palestinos y serviría de puente hacia unas elecciones. "Hemos propuesto que un gobierno de competencia nacional no partidista gestione Gaza y Cisjordania", señaló la coalición en un comunicado, convencida de que "la administración de Gaza después de la guerra es un asunto interno palestino sin ninguna interferencia externa, y no discutiremos el día después de la guerra en Gaza con ninguna parte externa".

Los islamistas destacaron que están además dispuestos a negociar la entrega de rehenes siempre y cuando el gabinete de Benjamín Netanyahu firme un compromiso de que no retomará la guerra una vez hayan sido liberados. Ahmed Abdul-Hadi, jefe de la oficina política de Hamas en Líbano, explicó a la agencia AP que su coalición es "flexible", pero no correrá el riesgo de que Netanyahu "pueda detener las negociaciones y así reanudar la agresión".

Los equipos negociadores han viajado esta semana entre Israel, Doha y El Cairo, los tres escenarios principales de la negociación, donde han mantenido conversaciones con los mediadores egipcios, cataríes y estadounidenses, que ha instalado allí una especie de delegación permanente. Hamás podría dar una respuesta a finales de este mes.

Los problemas

Sin embargo, hay dos grandes escollos en el camino. El primero de ellos es la negativa de Netanyahu a establecer un alto el fuego permanente. Su propuesta pasa por dejar una puerta abierta a que el Ejército prosiga sus operaciones militares contra los milicianos de Hamás al margen de un acuerdo. Biden, en ese punto, sugirió este viernes que el fin de la guerra no supondría «dejar de perseguir» a los islamistas radicales y a su jefe en la Franja, Yahya Sinwar. Sin embargo, no explicó cómo se compatibilizarían ambas acciones.

Pero existe otro segundo problema. El primer ministro israelí advirtió el jueves por la noche que quiere un mecanismo de seguridad para que los militantes armados de Hamás no regresen nunca al norte de Gaza. La web informativa Walla asegura que Netanyahu comunicó esta exigencia a los negociadores y éstos le respondieron que era inviable.

Fuentes hebreas sostienen que esta reclamación podría "paralizar las conversaciones durante semanas" cuando ahora creen que un acuerdo es "posible" en apenas quince días. Los mediadores reprochan al jefe del Gobierno israelí que tampoco estaba incluida en la propuesta de mayo que patrocinó el presidente estadounidense y sobre la cual estaban girando todas las negociaciones.

Por su parte, fuentes del entorno gubernamental citadas por 'The Times of Israel' mostraron su extrañeza por esta exigencia, pues entienden que el servicio de seguridad israelí y el Ejército están preparados para evitar el "regreso de terroristas" al norte de Gaza. Mientras unas hipótesis especulan con que el primer ministro estuviera tratando así de garantizar que en el futuro Hamás no podrá condicionar al nuevo Gobierno gazatí con la presencia de células armadas, las mismas fuentes citadas por el rotativo de Tel Aviv insinuan que Netanyahu querría retrasar un acuerdo de alto el fuego por razones políticas. En realidad, para que sus socios no le dejen caer y pierda el Gobierno.

Las fases

Biden resulta más optimista. A su juicio, el acuerdo "marco", basado en el plan de paz anunciado hace unas semanas por el propio presidente estadounidense, va camino de convertirse en un progreso real. Catar y Egipto lo ven con cautela. "Hace seis semanas expuse un marco integral sobre cómo lograr un alto el fuego y traer a los rehenes a casa. Queda trabajo por hacer y son cuestiones complejas, pero ese marco ya está acordado tanto por Israel como por Hamás. Mi equipo está progresando y estoy decidido a lograrlo", anunció Biden en la red social .

Su propuesta contiene tres fases. En la primera de ellas se aplicaría una tregua de seis semanas para poner en libertad a las mujeres, ancianos, heridos y enfermos que siguen cautivos en manos de los milicianos. Como contrapartida, Israel dejaría regresar a los civiles a sus hogares en Gaza e incrementaría la ayuda humanitaria. La segunda fase se centraría en el alto el fuego permanente y la tercera en la reconstrucción de la Franja, ahora convertida en una extensión de tierra quemada.

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