"Nicaragua no es un régimen de personas en su sano juicio"

La exdiputada Edipsia Dubón ha sido despojada de su cargo, declarada prófuga y desprovista de nacionalidad y bienes.

La exdiputada nicaragüense Edipsia Dubón
La exdiputada nicaragüense Edipsia Dubón
Mireya López

Edipsia Dubón es una de las 94 personas que en febrero del pasado año fueron declaradas prófugas de la justicia por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. Como también le sucedió al exvicepresidente y escritor Sergio Ramírez, la autora Gioconda Belli y el obispo Silvio Báez, se le despojó de la nacionalidad nicaragüense y sus bienes fueron incautados. "En mayo de 2018 estaba en un fórum en Oslo cuando se produjo en Managua la manifestación multitudinaria del Día de las Madres, dispersada con francotiradores apostados en el Estadio Nacional", recuerda.

"Hubo más de veinte muertos y yo lo denuncié en la prensa. Me dijeron que si volvía a mi país sería arrestada y partí para Estados Unidos, primero, y luego a Costa Rica, donde está el grueso del exilio nicaragüense y creamos la Fundación Puentes para el Desarrollo". Ella, junto a otras cinco activistas de Guatemala, El Salvador y Honduras, recorre España para dar cuenta de los derechos sociales y ambientales en sus lugares de procedencia. La gira, que acaba de recalar en Bilbao, está impulsada por las ONG Farmamundi y Protection International Mesoamérica.

¿Cómo fue su experiencia en la escena política de Nicaragua?Soy economista y cuando me incorporé al Movimiento Renovador Sandinista en 2006 ni siquiera podía imaginar la involución política que hemos sufrido. Mi partido era una escisión del Frente Sandinista, impulsada por Sergio Ramírez y Dora María Téllez, líderes de la Revolución. Al año de ingresar nos retiraron la personalidad jurídica y creamos una coalición de partidos para participar en las elecciones de 2011 en las que salí elegida diputada.

¿Fue difícil trabajar en la Asamblea Nacional?Recuerdo el día de la investidura saltando de silla en silla para evitar que nos golpearan los sandinistas, que nos consideraban traidores. Fue el principio. No nos facilitaban los documentos de las comisiones parlamentarias y un policía me seguía hasta el baño. En julio de 2016 nos enteramos por televisión de que habíamos sido destituidos de nuestros cargos sin ningún tipo de procedimiento. Interpusimos en vano recursos de amparo y denuncias internacionales. Pero Nicaragua, entonces, no era un foco de atención.

¿Quiénes sufrían el acoso de los cuerpos de seguridad y los paramilitares?Inicialmente se dirigió a los que participábamos en partidos, luego a los militantes sociales y, más tarde, la violencia se dirigió contra todo aquel que demandara derechos. Llevamos a cabo una concentración en la ciudad de León y aparecieron turbas de sujetos cubiertos con pasamontañas lanzándonos cócteles molotov y piedras.

¿Cuándo se produce ese punto de inflexión que pone en jaque al régimen?El desmantelamiento de la democracia comienza en 2007 y siete años después el Gobierno lleva a cabo la reforma constitucional para perpetuarse en el poder y elabora la Ley del Canal Interoceánico, que deja en manos de los chinos la mitad del territorio. Además, el creciente extractivismo minero desplazaba a los campesinos. Resultó evidente que si no eras del partido estabas excluido de los beneficios del Estado.

El 12% de la población nicaragüense ha abandonado el país y se afirma que la economía nacional se sustenta en las remesas de los emigrantes.El 80% de los trabajadores depende del trabajo informal. Antes de 2018, siete de cada diez jóvenes aspiraban a marchar para sobrevivir. A partir de ese año se suman los perseguidos, los dirigentes de partidos, los cuadros de 3.500 organizaciones cerradas y el clero. También se clausuran cámaras empresariales y universidades, y se persigue a todo aquel con pensamiento crítico. Actualmente hay 140 presos políticos.

Resulta sorprendente la transformación de Daniel Ortega, de líder revolucionario a dictador implacable.Algunas referencias me aseguran que siempre fue así, pero que en los ochenta, cuando era secretario del Frente Sandinista, existían otros contrapesos a su poder. Tras recuperar el Ejecutivo en 2006 su régimen se convierte en una mafia sustentada en el robo de la cooperación petrolera venezolana. Su familia, mujer e hijos, ocupan partes centrales de ese aparato. El partido es un holding empresarial.

También se sostiene que Ortega ha creado una nueva elite en paralelo a la tradicional.El orteguismo es una oligarquía. Se nutrieron del crudo venezolano, pero ahora poseen grandes negocios en el sector de la electricidad y la distribución de combustible. Ortega puede apagar Nicaragua, literalmente.

¿No echa en falta una mayor presión internacional en la lucha contra el régimen?Los mecanismos internacionales lidian con personas con las que se puede negociar. Nicaragua no es un régimen de individuos que estén en su sano juicio. Estamos frente a dos locos que han capturado el poder y lo manejan a su antojo y han convertido una revolución respetada en una dictadura vista como lo peor.

Cronología de la crisis política en Nicaragua

  • 2007. Victoria de Daniel Ortega y el FSLN.
  • 2008. Fraude en las elecciones municipales. Estados Unidos y la Unión Europea cancelan los programas de cooperación.
  • 2009. La Corte Suprema anula la prohibición constitucional de reelección presidencial.
  • 2011. Reelección
  • 2015. Designación de los titulares de las instituciones públicas
  • 2016. Destitución de los diputados opositores.
  • 2018. Manifestaciones reprimidas violentamente.
  • 2021. Nueva reelección y encarcelamiento de 200 dirigentes de organizaciones sociales.
  • 2022. Represión religiosa, incluida la cancelación de la personalidad jurídica y la confiscación de bienes
  • 2023. Despojo de la nacionalidad a 317 ciudadanos.
Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión