El restaurante de carretera más navarro está en Zaragoza y tiene al menos seis siglos de historia
En las carreteras aragonesas hay unas cuantas paradas de este tipo. Entre las más conocidas y valoradas por los viajeros habituales se encuentra este establecimiento.
Hay restaurantes de carretera que forman literalmente parte del paisaje, por los años de apertura o las pequeñas historias vividas ahí. Ya se sabe lo de “si hay camiones y autobuses, bien”, un dato que rara vez suele fallar, porque los profesionales del transporte de pasajeros y mercancías suelen cuidar esos detalles, debido a las muchas horas que pasan rodando. Quieren que las paradas sean sustanciosas y que haya buena relación calidad-precio. Y en Aragón eso se cumple. Cuando aparecen sitios así, se marcan en el mapa para visitarlos siempre que sea posible.
El Navarro, a la altura de Épila
En las carreteras aragonesas hay unas cuantas paradas de este tipo. Entre las más conocidas y valoradas por los viajeros habituales está El Navarro, a la altura de Épila, en el kilómetro 285 de la A-2. Con cuatro décadas de gestión, el establecimiento ofrece servicio de cafetería y bar las 24 horas, y restauración con cocina abierta entre 6.00 y 1.00: todo un seguro de vida, sobre todo a altas horas de la madrugada, pero también para disfrutar de los mejores desayunos y de menús generosos a buen precio. Abre todos los días del año, con lluvia y truenos, nieve o calorazo.
Se trata de una instalación amplia, y el edificio principal se levanta sobre la antigua Venta La Romera, de la cual hay datos de actividad desde 1389. Por eso hablamos de un establecimiento que lleva al menos seis siglos sirviendo a los que se desplazan por España. El amplio aparcamiento ya es una invitación a la parada técnica, que se complementa a la perfección con la oferta culinaria.
El Navarro tiene una excelente barra de pinchos, con especialidad en las tortillas de diversos sabores y las salmueras, muy apreciadas por los clientes. También tienen salón para eventos por encargo y zona de menú. Cocina española, de toda la vida, y postres caseros entre los que destaca el arroz con leche. Además, tiene estación de servicio para el repostaje de vehículos.
