Relevo en La Corralaza de Huesca tras servir 1,5 millones de hamburguesas en 47 años

Mamel Jaén recogió de sus padres, Juan y Tere, el testigo de esta emblemática hamburguesería del centro de la capital oscense junto a su mujer, Nieves Polo. Y ahora lo pasa a unos jóvenes hosteleros.

La 'familia' de la hamburguesería La Corralaza de Huesca.
La 'familia' de la hamburguesería La Corralaza de Huesca.
Rubén Darío Núñez

"Muchas gracias a los que habéis estado en los momentos buenos y en los malos, en los días de celebración y en los de tener que trabajar sin descanso". Es parte del emotivo mensaje de despedida de Mamel Jaén y Nieves Polo, que dan el relevo de la emblemática hamburguesería La Corralaza, en pleno centro de Huesca, después de 47 años de negocio familiar. 

Ambos han sido la segunda generación tras Juan y Tere, los padres de Mamel. Y ahora han dado el testigo a unos jóvenes hosteleros "con muchas ganas" que tomarán las riendas de este negocio manteniendo el mismo nombre y estilo "lo cual es un orgullo para nosotros". El viernes fue su último día de servicio y este sábado han celebrado una despedida con los familiares y amigos más cercanos.

Juan Jaén es natural de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y en un viaje a Huesca conoció a Tere y se casaron. En principio vivieron un año en la localidad catalana, pero al plantearse regresar a la capital oscense les surgió la oportunidad de abrir un bar, que se inauguró en en 1977. En este tiempo se ha convertido en una referencia de la hostelería oscense y, de hecho, uno de los sobrenombres de la plaza Alfonso I El Batallador donde se ubica es el de 'La plaza de la Corralaza'.

Mamel empezó a trabajar desde muy joven con sus padres y con 21 años (ahora tiene 47) asumió ya la responsabilidad, aunque ellos le siguieron echando una mano durante un tiempo. Y hace una década se unió a él su mujer. "Estamos muy agradecidos a Juan y a Tere porque para nosotros son nuestra referencia ya que nos han enseñado cómo trabajar", destacan.  

Mamel y Nieves ya habían tomado la decisión de 'aguantar' hasta los 50 años de vida del negocio, pero una lesión del primero ha precipitado los acontecimientos. "Nuestro hijo Pablo nos ha echado una mano los últimos años, pero es verdad que en la hostelería pierdes muchos momentos con la familia y queremos dedicarnos un poco de tiempo y disfrutar de los nuestros", explican. 

La 'familia' de la hamburguesería La Corralaza de Huesca, ubicada en la céntrica plaza Alfonso I El Batallador.
La 'familia' de la hamburguesería La Corralaza de Huesca, ubicada en la céntrica plaza Alfonso I El Batallador.
Rubén Darío Núñez

Ambos agradecen las muestras de cariño que han recibido en esta etapa final. "Ha venido mucha gente de los primeros años que siguen preguntado por Juan y por Tere, pero también de nuestra generación y de la de nuestro hijo", valoran. 

Su carta se ha ido transformando conforme a las nuevas tendencias en hostelería. Recuerdan que en los primeros años, sin tener ni siquiera terraza, servían 1.500 bocadillos un día 9 de las Fiestas de San Lorenzo. Y en la última época, "hemos vendido muchos menos pero más elaborados", resaltan. La 'estrella' siempre ha sido la hamburguesa, tanto que estiman haber vendido más de 1,5 millones en estos 47 años.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión