Tres terrazas de una céntrica plaza de Zaragoza con vistas a la historia de la ciudad
Una iglesia barroca, un torreón gótico-mudéjar y dos palacios renacentistas enmarcan este enclave del Casco Histórico de la capital aragonesa.
A veces encontrar una terraza libre en pleno verano es una labor complicada en Zaragoza. Un café por la mañana, un vermú antes de comer, una caña de cerveza a media tarde o un combinado cuando la luna viste el cielo. En la capital aragonesa hay miles de opciones, pero hay un enclave donde disfrutar de esas propuestas con vistas a una parte de la historia de la ciudad.
Una iglesia barroca, un torreón gótico-mudéjar y un palacio renacentista enmarcan la plaza de San Felipe, en el Casco Histórico de la ciudad. En este enclave se descubren bares, cafeterías y restaurantes que ofrecen una variada oferta para disfrutar a lo largo del día.
Justo en frente de la iglesia de San Felipe, considerado uno de los ejemplos barrocos más interesantes de Zaragoza, y del palacio de Argillo -Museo de Pablo Gargallo- está Doña Hipólita. Esta cafetería se ha labrado un nombre en la ciudad, con la incorporación de nuevos establecimientos en otros barrios, el último en la plaza de los Sitios. Aquí, en una antigua tienda textil, se puede disfrutar de café, infusiones, cócteles y también sándwiches. Además de sus famosas tartas.
A la sombra de un palacio renacentista está la terraza de Montal, centenario ultramarinos, bodega y restaurante por el que han pasado varias generaciones de zaragozanos y visitantes. Este emblemático establecimiento también cuenta con La Despensa, un servicio donde probar algunos de los platos más icónicos de su cocina. Aperitivos como su alcachofita, tostadas, ensaladas o cremas, entre una amplia oferta.
Por último, a los pies del Torreón Fortea está Planta Calle. La terraza de este bar ocupa lo que en tiempos fue la Torre Nueva, como delatan los cimientos que se dibujan en su base. Este establecimiento es un lugar donde tomarse un café por la mañana o un combinado a última hora del día.
