Gastronomía

gastronomía

El Tubo de Zaragoza y la calle del Laurel de Logroño laten fuerte con un mismo corazón

Ambos 'barrios gastronómicos' se han hermanado este lunes en la capital aragonesa.

El Tubo y la calle del Laurel de Logroño se hermanan en las Cuatro Esquinas de Zaragoza.
Oliver Duch

Las calles de Estébanes y de la Libertad de Zaragoza confluyen en las conocidas como 'cuatro esquinas'. En este enclave de la ciudad se han cruzado también los espíritus gastronómicos del Tubo y de la calle del Laurel de Logroño. Estos dos 'barrios gastronómicos' se han vuelto a  hermanar este lunes.

El Tubo se ha vestido de gala con una alfombra roja y ha bailado al son de las jotas para abrazar a las autoridades y hosteleros logroñeses que han viajado hasta la capital aragonesa. La unión se ha materializado en la instalación de un corazón riojano y una Virgen del Pilar en una de las fachadas de la calle de la Libertad. Este hermanamiento comenzó hace unos años y ahora se ha vuelto a afianzar. 

Esa es la muestra física de la "construcción de puentes entre ambas ciudades, en favor de los bares y de la hostelería", han coincidido Natalia Chueca, alcaldesa de Zaragoza y Conrado Escobar, alcalde de Logroño, que previamente han mantenido un encuentro de trabajo en la Casa Consistorial.

Fotos | El Tubo de Zaragoza y la calle del Laurel de Logroño se hermanan

Chueca ha agradecido a los hosteleros zaragozanos que enriquecen la ciudad, dan la bienvenida a los turistas, son el destino después de un día de trabajo y el escenario de los momentos sociales. Por su parte, Escobar ha hecho hincapié en la relación entre ambas ciudades, unidas por la gran avenida que forma el río Ebro, por los paisanos que han estudiado en la capital aragonesa, por los sonidos de la jota y por el alma hostelera. "Es un placer ver cómo ha cambiado y mejorado el Tubo con el paso de los años", ha recordado Escobar.

"Son una forma de entender la vida, es donde se crean las relaciones sociales"

"Vamos mucho más allá de una buena tapa o un buen vino, sino que queremos transmitir lo que se vive en nuestras propias calles"

La calle del Laurel es un reflejo del Tubo y viceversa, donde barras con solera comparten espacio con innovadores bocados, para que sus vecinos y visitantes se sientan "como en casa". "Son una forma de entender la vida, es donde se crean las relaciones sociales", ha recalcado el alcalde de capital riojana. Además, son "motor turístico y económico" de la ciudades.

También han intervenido Isabel Palacín, gerente de la Asociación Empresarios El Tubo de Zaragoza, y Ricardo Madorrán, su homólogo logroñés. "Para nosotros es la unión definitiva de la historia de dos ciudades vinculadas por la ribera del Ebro, la comunión de la buena gastronomía, de la forma de vivirla de una manera experiencial...", ha enumerado Madorrán.

"Vamos mucho más allá de una buena tapa o un buen vino, sino que queremos transmitir lo que se vive en nuestras propias calles", ha añadido el gerente de la asociación hostelera riojana. "Es un orgullo que haya venido a vernos toda la ciudad de Logroño", ha aplaudido Augusto Forniés, vicepresidente de la Asociación del Tubo.

Además ha estado presente el zaragozano José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España. Yzuel ha animado a tender también puentes entre las administraciones y los hosteleros.

El corazón y la Virgen del Pilar que inmortalizan la unión, como ya lucen en la calle del Laurel desde hace unos años, han sido bendecidos por el sacerdote José Antonio Calvo, delegado de Culto y Pastoral del Pilar. "Nos vemos en los bares", ha concluido Madorrán.

Apúntate a la newsletter de gastronomía de HERALDO y recibe en tu correo recetas para hacer en casa y las últimas noticias del sector.