Economía
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El Banco de España constata que los jóvenes ya no pueden comprarse una vivienda

Solo un 20% de los hogares con menores de 35 años tiene una hipoteca, la mitad que en 2002 cuando la cifra rondaba el 45%.

Nuevas viviendas
Nuevas viviendas
Europa Press

El Banco de España vuelve a llamar la atención sobre uno de los grandes problemas de la economía nacional en los últimos tiempos: el acceso a la vivienda, sobre todo entre los más jóvenes. La conclusión del organismo es clara: los españoles cada vez se hipotecan menos y, aunque eso implique una mejora en los niveles de endeudamiento acumulados, también refleja la caída a plomo del patrimonio inmobiliario que, a su vez, puede derivar en cierta vulnerabilidad financiera a largo plazo.

El supervisor lleva tiempo llamando la atención sobre este fenómeno en el que la brecha entre propietarios de mayor y menor edad es cada vez más amplia, ante el evidente envejecimiento de la población, al que en los últimos años se suma la dificultad de los jóvenes para independizarse.

Los datos son elocuentes: mientras que el porcentaje de hogares con deuda asociada a la vivienda principal se ha mantenido relativamente estable en torno al 28% desde 2014 para el conjunto de la población, su evolución por grupos de edad ha sido heterogénea, reduciéndose en los de menor edad "de manera considerable", según detalla el Banco de España en su último Informe sobre la situación financiera de familias y empresas.

Por ejemplo, un 40% de los hogares de menos de 45 años contaba en 2022 con un crédito hipotecario para vivienda principal, diez puntos menos que el 50% de finales de la primera década de los 2000. Y la diferencia es más abultada en los menores de 35, donde las gráficas del Banco de España evidencian que un 45% de este colectivo contaba con un préstamo para comprar una casa hace dos décadas. Ahora apenas superan el 20%, tras los últimos años de ciclo inflacionista en los que las subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) han encarecido de forma abrupta las hipotecas, tanto las de nueva creación como el saldo vivo ligado a la evolución del euríbor. Para estos últimos, no obstante, el Banco de España mantiene buenas perspectivas tras la reciente bajada del indicador. En concreto, estima que un 26% de las hipotecas a tipo variable -dos de cada cuatro- se abaratarán este año.

Vigilancia especial

El Banco de España también advierte en su informe publicado el martes de cierto deterioro en la calidad crediticia de los hogares. En concreto, los préstamos a familias clasificados como problemáticos aumentaron un 5,3% entre septiembre de 2023 y marzo de 2024, debido sobre todo al incremento del crédito en vigilancia especial. Así denominan los bancos a los préstamos que empiezan a presentar las primeras señales de alarma, aunque aún no hayan llegado al impago. En total, suponen ya el 65% de los problemáticos, sin contar los dudosos, cuya ratio sí se ha mantenido a raya incluso en los momentos más duros de la pandemia.

En todo caso, el supervisor destaca la favorable evolución del endeudamiento de los hogares, con niveles que se han reducido hasta el 72% de la renta bruta disponible en el primer trimestre, el nivel más bajo desde 2001 y por debajo de la media de la zona euro. Algo que ha llegado gracias, sobre todo, a la reactivación económica y la fortaleza del mercado laboral, claves en el reciente avance de las rentas. Esto, "junto con una relativa atonía del consumo", ha propiciado un aumento de la tasa de ahorro de las familias hasta el 14,2%, por encima de su media histórica. Un ahorro que, según el supervisor, ha empezado a salir ya de efectivo, depósitos a la vista e incluso las letras del Tesoro -que con el fin de las subidas de tipos ofrecen rentabilidades más moderadas- para dirigirse a los depósitos a plazo.

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