Economía
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Heraldo del Campo

Ayudas de la PAC que llegan por fuerza mayor

La Comisión Europea aclara el concepto de circunstancias excepcionales con el fin de reducir la carga administrativa para los agricultores de la UE

La sequía es un acontecimiento excepcional que justifica el concepto de fuerza mayor
La sequía es un acontecimiento excepcional que justifica el concepto de fuerza mayor
Antonio García/Bykofoto

Los agricultores no siempre pueden cumplir los requisitos que impone Bruselas para que sean merecedores de las ayudas que reparte la Política Agraria Común (PAC). Y no es así porque no hagan bien su trabajo sino porque sus negocios, al aire libre, no están exentos de unas adversidades climáticas ante las que las que poco pueden hacer los profesionales del sector.

Es entonces, y para asegurar que los agricultores no pierdan dichas ayudas, cuando se activa el concepto de excepción por fuerza mayor, que hasta ahora añadía una nueva carga burocrática a los afectados de la que tanto se han quejado durante sus protestas estos tres últimos meses los agricultores de toda Europa.

Precisamente para dar respuesta a las constantes reivindicaciones del sector que clama por una simplificación de la PAC, la Comisión Europea ha adoptado una comunicación en la que aclara el concepto de fuerza mayor y de circunstancias excepcionales para el sector agrícola de la UE en caso de fenómenos imprevisibles y extremos, como sequías e inundaciones.

Campos llenos de agua ante la crecida extraordinaria del río Ebro.
Campos llenos de agua ante la crecida extraordinaria del río Ebro.
Europa Press

"Al aclarar la interpretación jurídica de este concepto, se pretende ofrecer seguridad a los agricultores afectados en lo que respecta a las ayudas de la política agrícola común, garantizando al mismo tiempo una aplicación uniforme en toda la Unión por parte de las administraciones nacionales", señalan desde la Comisión, que destaca que dicha comunicación forma parte del paquete destinado a reducir la carga administrativa para los agricultores de la UE.

La aplicación de este concepto la deciden los Estados miembros sobre la base de las pruebas pertinentes y a la luz del Derecho agrícola de la UE, pero dado que se trata trata de una excepción del estricto respeto a las obligaciones vinculadas a las ayudas de la PAC esta decisión se aplica normalmente de manera restrictiva, generalmente caso por caso o explotación por explotación.

Hasta ahora, porque la comunicación de la CE aclara que la fuerza mayor puede aplicarse a todos los agricultores que trabajen en una zona delimitada afectada por catástrofes naturales graves e imprevisibles o por fenómenos meteorológicos.

Para todos los agricultores

Esto significa, explican desde Bruselas, que los agricultores situados en la zona afectada no tendrán que cumplimentar solicitudes individuales ni aportar pruebas del cumplimiento de las condiciones de fuerza mayor. "Esta ampliación del ámbito de aplicación reducirá la carga administrativa para los agricultores y las autoridades nacionales, facilitando así una respuesta rápida por parte de los Estados miembros", señalan desde el Ejecutivo comunitario, que explica que en la comunicación se establecen condiciones para que se pueda suponer razonablemente que todos los agricultores situados en una zona están cubiertos por la excepción de fuerza mayor.

Siguen siendo los Estados miembros lo que tienen que confirmar que se ha producido una catástrofe natural grave o un fenómeno meteorológico grave y delimitar la zona geográfica que se ha visto gravemente afectada por el hecho, y cuyas consecuencias no han podido evitarse a pesar de toda la diligencia debida. Para realizar esta delimitación, los socios comunitarios pueden basarse en datos obtenidos por satélite de la zona en cuestión, sin que sea necesario obtener datos por satélite específicos a escala de las explotaciones individuales.

La comunicación recoge además que para determinados eventos, las administraciones nacionales tienen que tener en cuenta factores adicionales, entre los que destacan la pendiente, el tipo de suelo o el tipo de cultivos. Se trata así de determinar la población afectada sin necesidad de efectuar una verificación individual. "Esto podría aplicarse, por ejemplo, a las heladas, que pueden no afectar de la misma manera a todos los cultivos, o también a las lluvias torrenciales, que pueden tener efectos diferentes en zonas con pendiente o en suelos con diferentes capacidades de retención de agua", detalla dicha comunicación.

De esta manera y una vez que se cumplan todas las condiciones, las autoridades de cada país están eximidas de la necesidad de realizar una evaluación caso por caso y explotación por explotación.

"Nuestra aclaración aporta la certeza de que los agricultores podrían seguir recibiendo las ayudas de la PAC, aunque no puedan cumplir todas sus obligaciones habituales. No hay necesidad de tener incluso más preocupaciones cuando se trata de catástrofes naturales dramáticas", señala el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.

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