Diego Rico, el agradecido amante infinito del Real Zaragoza

Diego Rico fue el lateral izquierdo del Getafe en el partido amistoso contra el Real Zaragoza de este miércoles en Algorfa (Alicante). El defensor burgalés, que ya tiene 31 años, jamás olvida su paso por Zaragoza, por la Ciudad Deportiva, por el club aragonés. Es, con seguridad, la figura más agradecida que se puede encontrar en el amplio espectro del fútbol español e internacional (jugó también en Inglaterra, en el Bournemouth) para con el Real Zaragoza como club e institución. Un tipo grande, con un corazón enorme. Nada convencional en la jungla del fútbol de élite. 

Rico fue el mejor de los getafenses en su derrota frente al Zaragoza en este bolo de verano, junto con Milla. Jugó solo la primera parte. Es pieza angular del proyecto de Bordalás en el equipo del sur de Madrid en Primera División. Y al final del partido no paró de saludar con afabilidad a los viejos amigos y conocidos que aún quedan en el entramado del actual Real Zaragoza, que son bastantes. También en el ámbito periodístico, donde tiene un aura especial por su modo de ser, natural, sin dobleces ni picardías. Un fuera de serie.

Zaragoza es su referencia eterna que ubica su nacimiento exacto para el fútbol profesional. "Todo empezó en aquel partido de las peñas en Brea", recuerda siempre con emoción. En efecto, su primera participación en el primer equipo zaragocista llegó al final del verano de 2013 cuando el entrenador Paco Herrera (otro entrañable de la historia moderna) lo llamó al vuelo para viajar a la localidad del Aranda a disputar aquel ya derogado partido a beneficio de la federación peñística zaragocista porque había varios jugadores tocados y la liga estaba ya en marcha. A Herrera le impactó Rico y ya se quedó en su reparto de futbolistas útiles. No hay otro caso similar, una casualidad de tales características. 

Rico voló alto y dejó el Real Zaragoza. Fue después de los dos intentos fallidos por ascender. Primero, tras aquella dolorosa derrota en Las Palmas en la promoción de ascenso que se escapó a solo 6 minutos del final. Y después, con el batacazo en Palamós ante el Llagostera un año después.. Se hizo jugador de élite saliendo desde la Ciudad Deportiva, adonde llegó en edad juvenil del Burgos Promesas, en 2011. Leganés, Bournemouth, Real Sociedad y Getafe han sido sus estaciones. "Veo siempre los partidos del Real Zaragoza cuando me es posible y no coinciden con los míos. Y siempre le deseo lo mejor", subrayó en este feliz encontronazo de Alicante. 

Diego, que tenía su grupo de fans en Algorfa aunque el partido fue a puerta cerrada, lanzó al aire su deseo actual. "Ojalá que el Real Zaragoza ascienda ya este año y que el Getafe se mantenga en Primera para volver a vernos y enfrentarnos", remató con la habitual sonrisa sincera dibujada en el rostro.