El Real Zaragoza vence 0-2 en Calahorra en el primer paso del verano, con mucho por hacer
Azón, nada más empezar, y el debutante Soberón, al final, marcaron los dos primeros goles de la pretemporada en un partido con poca calidad. La lesión de Lecoeuche, en un tobillo, la nota torcida de la tarde.
El Real Zaragoza ganó 0-2 al Calahorra, de Segunda RFEF, en su primer test de pretemporada. Un duelo de bajo ritmo y poco que destacar, como es normal a estas alturas de julio.
El choque empezó bajo el influjo de una alineación sin caras nuevas. Víctor Fernández apostó por iniciar la fase de ensayos amistosos con un once de futbolistas conocidos, muchos de ellos en la sala de espera de salidas del club. No se podían esperar grandes brillos ni cuestiones sorprendentes. Poussin en la portería, sin apenas trabajo. Luna en el lateral diestro, con algún apuro frente al canterano zaragocista Aparicio, nuevo en el bloque calagurritano. Nieto en una posición rara, central derecho, con evidente falta de tono tras casi 11 meses sin disputar un partido tras su grave lesión. Jair junto él. El lateral Lecoeuche, que se lesionó por enésima vez (en un tobillo esta ocasión) en el minuto 15 y se fue pronto. Todos esperando nuevos destinos.
En la medular, Grau muy apagado. En punta, también sucedió lo mismo. Maikel Mesa entró por el interior derecho, con algún destello de calidad pero flotante. Sabin Merino lo hizo por la izquierda, queriendo mostrarse con varias filigranas sin final correcto. Enrich laboró como enganche en la media punta, bullidor sin más. Y arriba del todo, Azón, que marcó en el minuto 2 un gol de oportunista listo y se difuminó casi por completo. Total, que solo asomaron, de los que cuentan, el medio centro Moya y, tras la lesión prematura de Lecoeuche, el defensor Lluís López.
El guion del partido quedó marcado por ese 0-1 nada más echar a andar la película. Una pelota lanzada hacia el borde del área local provocó una mala elección en la salida de Carlos Azón, el otro Azón zaragocista de hace cuatro años, el portero actual del Calahorra, que midió mal y permitió que Iván Azón, de cabeza, lo superase por encima y el balón fuera a la red. El Real Zaragoza salió ganando del vestuario. Y eso le ayudó a jugar con comodidad.
Los riojanos tuvieron un disparo del argentino Facu Ballardo desde la frontal, a la salida de un córner, que se le marchó fuera en el 8. En el 18 su ariete Jorge Martínez se fue de Nieto y remató al lateral de la red. Y en el 42, el lateral derecho Ugaitz sacó un derechazo seco en un avance profundo que no encontró puerta por poco. Fueron ramalazos aislados de un Calahorra muy verde y tierno. En el flanco zaragozano, además del tanto de Azón, solo cupo anotar un tiro de Sabin en el 12, tras un cambio de juego de Mesa de 40 metros, que detuvo bien Carlos Azón y, en el 16, un centro-chut de Enrich en la línea de fondo que dio en el larguero y fue escupido hacia fuera. Poca cosa.
Fue un primer tiempo marcado por lo 33 grados, el sol que caía a plomo y la falta de estímulos del reparto de jugadores, en líneas generales. La lesión de Lecoeuche, gafado como pocos en los últimos años, fue lo más subrayable por lo que puede causar en el futuro inmediato de cara a su traspaso o cesión a otro club, como se pretende. Su tobillo, que recibió un balonazo en el aire, sin tensión, dirá en las próximas horas la hondura del problema.
Lo bueno lo guardó Víctor para el segundo periodo. Ahí se vio a los 6 nuevos. Femenías bajo palos. Calero y Tasende en los laterales de la zaga. Gori en el timón medular. Y, arriba, Bazdar y Soberón. También fue noticia de envergadura ver a Bermejo de nuevo como zaragocista, tras haber sido del Sporting de Gijón durante unas horas hasta que los asturianos rehusaron su fichaje por un supuesto riesgo de lesión. En Calahorra, el ‘10’ blanquillo, que debe marcharse según el proyecto, demostró que está en perfecto estado físico. Aguado, Liso y el filial Hugo Barrachina completaron este puzle novedoso.
Detalles a reseñar: hubo dos faltas cerca del área y la primera se la pidió Gori, mal resuelta, por encima del larguero; y la segunda la solicitó Tasende, que reventó el balón contra la barrera. En apenas 10 minutos de la reanudación ya se apreció que han llegado tipos que quieren galones en el balón parado de estrategia, una faceta obturada hace 5 años largos en el Real Zaragoza. No es mala cosa. En frente, el Calahorra también había cambiado prácticamente su once y se le vio menos espumoso que el de la versión inicial.
Al Zaragoza le faltó fluidez ofensiva, la famosa creatividad. Queda un mundo en la puesta a punto. Hasta el minuto 60 no hubo un disparo y fue en acción individual de Liso, altísimo, mal, que repitió dos minutos más tarde, en la primera pelota tocada por Bazdar con criterio, pero su disparo lo salvó el portero Brais en dos veces.
Al sexteto de debutantes se les vio espesos, aún buscando la sintonía de lo que se les pide. Femenías ni se manchó, claro. Lo mejor lo dejó Liso, que pudo volver a marcar en el minuto 80, gol evitado por un paradón de Brais. Pero el colofón bonito se lo llevó Soberón, que nació como zaragocista con un gol a bocajarro, en el 83, tras centro al área chica de Tasende. Una jugada nacida en un par de arabescos de Bermejo, para salir de su decepción por lo de Gijón. Esto es solo un primer paso. Cortito. Sin más.
Ficha Técnica
CD Calahorra: Carlos Azón (Brais, 46); Ugaitz (Víctor López, 46), Zubiri (Barandiarán, 46), Vega (Garro, 46), Julen (Sergio Pascual, 46); Facu Ballardo (Cobo, 46), Bueno (Herrera, 46), David Sanchez (Anás, 46), Ekiza (Villar, 46); Jorge Martínez (Azcona, 46) y Aparicio (Salinas, 46).
Real Zaragoza: Poussin (Femenías, 46); Luna (Calero (46), Nieto (Tasende, 46), Jair (Hugo Barrachina, 46), Lecoeuche (Lluís López, 22); Grau (Gori, 46), Moya (Aguado, 46); Maikel Mesa (Bermejo, 46), Sergi Enrich (Soberón, 46), Sabin Merino (Liso, 46); y Azón (Bazdar, 46).
Árbitro: Millán Bárcenas (Comité Riojano). No mostró tarjetas.
Goles: 0-1, min. 2: Azón. 0-2,min. 83: Soberón.
Incidencias: Tarde muy calurosa, con 33 grados al inicio del partido (las 19.00). El césped de La Planilla presentó un estado irregular, con calvas y baches diversos. Asistieron al evento alrededor de 500 espectadores.
