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Así juega Keidi Baré, inminente mediocentro del Real Zaragoza
El futbolista albanés es un centrocampista enérgico, intenso y dinámico, un perfil que Víctor Fernández quería en su centro del campo.
No es un desconocido Keidi Baré en el contexto de la Segunda División. El centrocampista albanés tiene ya perfilado un acuerdo con el Real Zaragoza para tres temporadas, una operación desvelada al final de la pasada semana por el periodista Álex Cuadrado en su cuenta de X. El jugador estaba sin equipo tras finalizar su compromiso con el Espanyol, club que pagó 2,5 millones de euros al Málaga hace cuatro años. Desde entonces, Keidi Baré se ha confirmado como un mediocentro con notables aptitudes para el fútbol de la Segunda División, aunque con carencias de diferente tipo para afianzarse y destacarse en Primera División, donde jugó dos de sus cuatro temporadas en el Espanyol.
Keidi Baré es un mediocentro de rasgos defensivos, pero no es un pivote o mediocentro posicional. Aunque en su etapa en el Málaga ejerció en esas funciones de ‘escoba’ por delante de la defensa dominando el ancho del centro del campo, en el Espanyol se alineó más con el perfil de centrocampista de más recorrido que le acompañó en sus años en la cantera del Atlético de Madrid, donde, por ejemplo, coincidió con Toni Moya: en ese centro del campo, Baré jugaba prácticamente como ‘10’.
Sin embargo, aunque tiene mejor pie del que puede parecer y este año lo ha confirmado con un buen juego de progresión, no es un mediocentro creativo o técnico. Baré es un futbolista de cantidad, de recorrido con la pelota, pero sobre todo sin ella. Es dinámico, agresivo (revolucionado, a veces), repite esfuerzos, su fútbol es intenso, bullicioso, tiene energía, y registra una buena capacidad de desgaste y trabajo sin la pelota. Es el tipo de centrocampista que tiene en el fútbol de Segunda un hábitat ideal. Su ida y vuelta ha sido elemental en el funcionamiento del Espanyol en los tres últimos meses de la temporada. Con la pelota incluso se le han observado trazas inéditas, en el pase corto y vertical o en las conducciones hacia el tercio final. Físicamente, con su 1,76, es un futbolista de piernas, contundente, fuerte en su tren inferior y superior para ganar duelos y segundas jugadas.
El Real Zaragoza incorpora a un mediocentro defensivo, pero con una adaptación táctica de volante interior en centro del campo de tres hombres o segundo pivote. No es un pivote defensivo posicional en el sentido clásico de la posición.
A sus 26 años, llega al Zaragoza en un buen momento de madurez. Víctor Fernández tendrá así una pieza específica que le dará energía, ritmo elevado, personalidad, carácter competitivo y capacidad de recuperación. El equipo deberá encontrar otro tipo de cualidades en otros futbolistas.
