fútbol

El Barça le arrebata toda una generación de futbolistas al Real Zaragoza

Gorka Buil y Samuel Borniquel, de la generación del 2010, se unen a Hugo Garcés y ya están en La Masía.

Hugo Garcés y Gorka Buil, en los escasos meses en que jugaron juntos en el Real Zaragoza.
Hugo Garcés y Gorka Buil, en los escasos meses en que jugaron juntos en el Real Zaragoza.
Heraldo

Este año ya serán cadetes. Y dentro de dos años, juveniles. Igual que Lamine Yamal, el chaval que ha abanderado el ataque de España en su reciente conquista de la Eurocopa. La cantera de hoy, evidentemente, es el futuro del mañana. El Barça, el mismo club que captó a Lamine Llamal desde Mataró, acaba de firmar a los zaragocistas Gorka Buil y Samuel Borniquel, sus dos mejores jugadores de la generación del 2010. Tres años atrás ya fichó al más destacado de esta prometedora quinta aragonesa, Hugo Garcés. Estas fugas significan un golpe durísimo para la cantera zaragocista que, como hemos indicado con anterioridad, representa el futuro deportivo del club.

No eran gratuitos los lamentos de Ramón Lozano hace apenas un par de semanas. En Oviedo, en un foro organizado por la Liga, Lozano, persona siempre mesurada en sus afirmaciones, señaló literalmente que "existe tráfico de niños en el fútbol base". A fecha de hoy, nadie ha denunciado a Lozano. Es más: nadie ha cuestionado su rotunda afirmación. Detrás (o delante) de esas palabras, se apreciaba el inmenso dolor que en el Real Zaragoza suponían las inminentes bajas que iba a sufrir en su Ciudad Deportiva. Gorka Buil y Samuel Borniquel estaban a punto de firmar por el Barça, hecho que acaba de consumarse esta misma semana. Su club formador, el Real Zaragoza, nada podía hacer legalmente para conservar a dos de sus más brillantes talentos.

Con más de una década en Segunda División y con una economía subyugada por esta merma, el Real Zaragoza cuenta con su potente fútbol base como fortaleza básica. En todo este tiempo alejado de la élite, su cantera sin embargo ha logrado mantenerse en la vanguardia. Su conjunto juvenil sigue entre los mejores de España y su filial, el Deportivo Aragón, acaba de lograr los mejores resultados de las últimas dos décadas. Este hecho no ha pasado desapercibido para los grandes de España, clubes con una capacidad económica muy superior a la del club aragonés.

En este contexto, se incorporó hace cuatro años a la Ciudad Deportiva la prometedora generación del 2010, los benjamines con los que no pudimos deleitarnos totalmente a causa de la maldita pandemia covidiana. El fútbol se acabó por unos meses en 2020, pero el talento de Hugo Garcés (Montecarlo) y Gorka Buil (Amistad) no lo podía ocultar ni el confinamiento. Ellos eran los estandartes de una generación subrayada desde el principio por Ramón Lozano. Era, sin ninguna dura, una porción muy sensible en el futuro del Real Zaragoza.

Pero el talento de los chavales pronto dejó de ser una certeza exclusivamente zaragocista. El Barça, con una sólida y muy certera área de captación en Aragón, pronto entendió que la generación zaragocista del 2010 era potencialmente muy atractiva para su proyecto. Su primer objetivo fue Hugo Garcés, que apenas permaneció unos meses en la Ciudad Deportiva zaragocista. Garcés ya jugó su segundo año alevín en el Barça. No iba mal encaminado el club catalán: en ese mismo curso, fue considerado mejor alevín de España.

Mientras Hugo Garcés continuaba creciendo en La Masía, en Zaragoza progresaba Gorka Buil. También comenzó a despertar Samuel Borniquel, que llegó al laboratorio zaragocista desde el Stadium Casablanca. El Real Zaragoza se atrevió a acelerar sus progresiones y hace ahora un año decidió que jugaran frente a futbolistas de más edad para estimular su crecimiento. Siendo infantiles, competían en categoría cadete. Gorka Buil incluso alcanzó la internacionalidad. Para Ramón Lozano, los dos futbolistas ya portaban la exclusiva etiqueta de proyectos de futuro primer equipo.

Pero el Barça se ha vuelto a meter en el camino zaragocista, captando a dos futbolistas que, junto a Hugo Garcés, representan el trío mágico de toda una generación, la del 2010. De esta misma quinta también son Samuel Tena, jugador que llegó al Real Zaragoza desde el Montecarlo, e Iván Blas, firmado por el equipo del león del Ebro. Tena y Blas firmaron el año pasado por el Valencia. Es decir, el conjunto aragonés ha perdido a cinco futbolistas de una de sus más prometedoras generaciones. 

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