Nueva aparición de Juan Carlos Cordero, el director deportivo del Real Zaragoza, en pleno discurrir del mercado estival de contrataciones y traspasos. Esta vez, con motivo de la doble presentación de Calero, lateral derecho, y Bazdar, delantero centro, 5º y 6º fichajes del equipo aragonés en este caliente verano de 2024. Y, como siempre, dejó brochazos del cuadro impresionista que tiene entre manos y que lo llevará hasta el 30 de agosto sin parar de negociar todavía por más de una veintena de futbolistas, en ambos sentidos de la puerta. 

Cordero, entre un aluvión de preguntas con nombres propios, lanzó al aire declaraciones llenas de sustancia en términos más generalistas. 

"Tenemos abiertas varias salidas. Están encarriladas. Y espero que en lo que nos queda de esta semana (solo tres días ya) y en la que viene pueda haber alguna marcha de esos jugadores que están en puertas. Pero reitero que el asunto de las rescisiones es complejo, largo. Para que se acelere una salida depende, sobre todo, del tema económico", dijo en una primera aportación cuando se le citó ese apartado que se mantiene totalmente atascado a 18 de julio. Figuras como Bakis, Bermejo, Jair, Sabin Merino, Rebollo, Poussin, entre otros jugadores transferibles, llevan días en varias mesas de negociación. 

El miércoles que viene, día 24, empiezan los partidos preparatorios previos a la liga y la pretemporada adquiere importancia mayor. Con 34 (o más) futbolistas en el grupo de trabajo, Víctor Fernández estará obligado a llevar a cabo la primera escarda.  "El ritmo de la composición de la plantilla no nos lo va a modificar el hecho de que empiecen los partidos amistosos. Nuestro plan tiene como vistas el último día del mercado (30 de agosto). Va a ser un mercado largo, lo está siendo ya. El momento clave de fichajes y salidas se va a ir, como el año pasado, a finales de agosto. No vamos a correr. Ni para fichar por tener gente o para rescindir, para que nos cueste más", subrayó Cordero en una pose natural de un director deportivo que ha de mostrar fortaleza y clarividencia.

En esos días de partidos, en Calahorra, en Tarazona, en la concentración en Murcia, después de volver ante el Levante en Teruel y seguramente en Tarragona, Cordero avisó a navegantes. No jugarán todos. Habrá futbolistas que ni viajen ni se vistan. "Cuando lleguen ahora los partidos amistosos, el entrenador hará la convocatoria oportuna cada día, con arreglo a las necesidades del momento", advirtió para general conocimiento.

Esto tendrá un nuevo eslabón en la cadena de efectos secundarios si el vestuario no empieza a vaciarse. Será el momento en el que se deban inscribir las licencias en La Liga para comenzar el torneo a mitad de agosto. El límite de fichas profesionales es 25. Puede haber exceso de piezas, 'overbooking', y alguno se quedará sin registrar. 

"Aún falta para que la liga empiece (apenas 28 días). Pero es verdad que una vez que comienza, el mercado está abierto más tiempo y se juegan tres jornadas en esa situación, que no me gusta, como a la mayoría de clubes. Es algo que hemos comentado a nivel interno. Habrá jugadores que se alinearán la primera jornada con un club y en la quinta estarán en contra de ese club en el otro equipo. Pero estamos preparados para que esto ocurra, como cada año", dijo a modo de preámbulo de su mensaje más contundente y llamativo. 

"Es evidente que habrá que inscribir jugadores para afrontar la primera jornada. Y si hay alguno, de los que no contamos con él, que no pone de su parte para llegar a un acuerdo de rescindir, se puede estudiar la posibilidad de hacer un despido al final", esgrimió con gesto serio y admonitorio. Salvo que se desatasque la tubería de las salidas, el final de agosto se presente caliente en los despachos del Real Zaragoza.