En lo que será un intenso verano de obras con la demolición de la grada sur y los primeros pasos de la construcción del nuevo estadio; La Romareda también cambiará de césped. Los técnicos y especialistas del Real Zaragoza, así como los del Ayuntamiento, han observado la necesidad de renovar el terreno de juego ante los daños sufridos como consecuencia del concierto de Enrique Bunbury el pasado 6 de julio. Aunque, como suele ser habitual, se instaló una lona para mitigar en la medida de lo posible el deterioro de la hierba, no fue suficiente para preservarla. Como se puede observar en las imágenes de esta información, el césped ha perdido su color, convirtiéndose en una extensa capa marrón.  

Durante las próximas semanas, se iniciarán las labores de resiembra e instalación de los tepes de césped, con el objetivo de que el proceso esté listo para el primer partido del Real Zaragoza en La Romareda, como local, de la próxima temporada, fechado en la jornada 4, contra el Elche, el 8-9 de septiembre.

Así ha quedado el césped de La Romareda tras el concierto de Bunbury

El cambio de césped convivirá con las obras de desmantelamiento y demolición de la grada sur del estadio. Debido a esta afección, el Real Zaragoza, con la idea de reducir todo lo posible las molestias a sus abonados y a la competición durante las obras, solicitó a LaLiga jugar los tres primeros partidos del curso fuera de casa y así optimizar los plazos de obras del verano. Esta medida, beneficia también ahora a las intervenciones para renovar el césped, una tarea que ha sido frecuente después de conciertos celebrados en la instalación municipal.

Sin ir más lejos, tanto en 2007 con el evento doble de los Héroes del Silencio como en 2022 con la actuación de Alejandro Sanz, ya debió cambiarse el terreno de juego porque el peso de la multitud generó un estrés al terreno de juego que lo dejó en muy mal estado.

En otras ocasiones, el contrato firmado entre Urbanismo y los promotores incluyó un compromiso de los organizadores para cubrir los daños generados, como con Alejandro Sanz. En esta ocasión, este asunto aún está por definir.

La principal demanda, en este sentido, del Real Zaragoza es que el nuevo césped pueda estar ya arraigado y utilizable para el primer partido en casa de la temporada. Hay, en este caso, dos meses para ello, tiempo suficiente ya que las nuevas técnicas y tecnologías permiten este tipo de sustituciones en plazos más cortos y eficientes. En el club aragonés hay tranquilidad con este tema y existe la seguridad de que el césped estará en perfecto estado para ese partido contra el Elche.

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El cambio de hierba coincidirá con la primera fase de la demolición de La Romareda, trabajos iniciados la semana pasada. Hasta el mes de diciembre, el estadio va a sufrir sus primeras remodelaciones estructurales, con la demolición de los edificios de la antigua gerencia de Urbanismo y el Cubo, y por último del Gol Sur.