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Del CD Ebro a Primera División

Manolo González, entrenador del Espanyol, alcanzó el ascenso a la élite este domingo tras doblegar al Oviedo en la última eliminatoria del 'play off'. 

El técnico Manolo González celebra el ascenso a Primera División.
El técnico Manolo González celebra el ascenso a Primera División.
Toni Albir

La carrera del entrenador del Espanyol, Manolo González, ha dado un salto de gigante en apenas tres meses: pasó de dirigir al filial blanquiazul en marzo a hacerse cargo del primer equipo, tras la destitución de Luis Miguel Ramis; y ahora ha logrado el ascenso a Primera División. El técnico entrenó al CD Ebro en la temporada 2018-19, en Segunda B. 

Cuando el catalán, de 45 años, llegó al banquillo del Stage Front Stadium, la entidad pasaba por un momento convulso. Manolo González se convertía en el tercer técnico de la temporada, después de la destitución de Luis García, primero, y de Luis Miguel Ramis, después. Los ánimos estaban bajos y su anuncio era la última bala para el ascenso.

El Espanyol contaba así con un líder en el banquillo sin experiencia en el fútbol de élite. En su currículo figuraban clubes modestos, como la Montañesa (Tercera División), el Badalona (Segunda B), el CD Ebro (Segunda B) y la Sociedad Cultural y Recreativa Peña Deportiva (Segunda RFEF).

Tampoco la carrera vestido de corto de González fue especialmente fructífera: se retiró a los 21 años por lesión tras pasar por diversos equipos de Cataluña. Cuando el filial blanquiazul le llamó, en julio pasado, el técnico no dudó. Renunció, como él mismo ha desvelado, a otros proyectos de mayor categoría y sueldo, para firmar con el Espanyol. 

Su etapa laboral fuera del fútbol también ha sido muy comentada. El catalán alternó su trabajo como conductor de autobuses en Barcelona con los banquillos, pero pidió una excedencia ante la imposibilidad de compaginar ambas facetas. Un tipo humilde que ha conectado rápido con la afición periquita.

Pero el fútbol tenía un regalo escondido, uno de Primera División, para un entrenador que se presentó a sus jugadores con franqueza, con un discurso directo y con un libro de estilo claro: ser atrevidos, protagonistas con el balón y mantener la solidez atrás. No quería un Espanyol defensivo ni cohibido en el verde.

El rendimiento de González al frente del equipo ha sido claramente positivo. Además del ascenso, hito por el que se le recordará en la historia del club, sus números han sido notables. En la fase regular de LaLiga Hypermotion dirigió doce partidos, cuatro victorias y ocho empates. Nunca perdió.

Esta solidez permitió al Espanyol afrontar con mayor garantía la promoción de ascenso. Contra el Sporting, en semifinales, los catalanes no encajaron gol (0-1 en la ida y 0-0 en la vuelta). Frente al Oviedo, sólo recibieron una diana en el Tartiere (1-0), superado con euforia con el 2-0 del Stage Front Stadium.

Pese a los elogios recibidos, el futuro de González es, a día de hoy, una incógnita. El encargo del entrenador contemplaba que estuviera en el primer equipo hasta el final de la 2023-24 y su continuidad no está garantizada. Al técnico le gustaría seguir y poder arrancar una temporada de cero.

Por el momento, no se han producido conversaciones al respecto entre el técnico y la dirección deportiva. Son días intensos en los que el entrenador se ha ganado el derecho a disfrutar del momento y enmarcar sus fotografías siendo manteado por la afición en el Stage Front Stadium tras ganar al Oviedo.

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