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Pau Echaniz, medallista olímpico y... un icono de la moda

El joven palista guipuzcoano que ayer obtuvo el bronce en piragüismo en París estudia diseño y tiene su propia marca. 

Pau Echaniz, en una de las imágenes que comparte en Instagram.
IG/@pauerangerr

Fue una de las sorpresas de la jornada del jueves. Pocos contaban con la medalla que de forma meritoria consiguió el joven Pau Echaniz en la modalidad de K1 de piragüismo eslalon de los Juegos de París. El joven palista (San Sebastián, 2001) ocupa el puesto número 30 en el ranking mundial y se había clasificado como el último de los doce finalistas. Sin embargo, una brillante actuación propició que el guipuzcoano, hijo de la pareja de la triple medallista olímpica Maialen Chourraut, se subiera al podio.

El ser abrupto foco de atención de los medios revela muchas cosas y, entre otras, estos días ha trascendido que Echaniz compagina su pasión por el deporte con su vocación por la moda. El joven, de hecho, estudia diseño, está titulado en patronaje y ha creado su propia línea de ropa. Se llama Ranger y siempre que tiene ocasión trata de promocionarla en sus redes sociales o en las competiciones, colocando el logotipo en su casco o en los accesorios que de la piragua. 

Muestrario de algunas de las prendas diseñadas por Ranger.
Heraldo

Echaniz, además, hace la veces de modelo en innumerables publicaciones de Instagram, donde luce sus propias creaciones en instantáneas por la playa de la Concha o con el Kursaal de fondo. El perfil de Instagram del guipuzcoano está muy cuidado y parece propio de un 'influencer'. De momento roza los 10.000 seguidores, pero es seguro que tras sus éxitos deportivos estos se disparen. Lo mismo puede suceder con la tienda 'online' de su marca Ranger, donde predominan las prendas vaqueras y en diferentes texturas de cuero. 

En alguna entrevista sus padres han explicado que Echaniz no era de pequeño el mejor estudiante del mundo hasta que encontró su vocación por el mundo del diseño y las tendencias. Su inspiración bebe de la cultura urbana y en los últimos años ha compaginado los estudios en horario matinal con los exigentes entrenamientos de piragua en las horas vespertinas. 

Ayer, de camino a la ceremonia de podio, Pau Echaniz no paraba de sonreír y de alzar el puño. Ya con el metal en la mano, Pau pudo escaparse de las rigideces del protocolo para fundirse en un abrazo estrecho con su equipo y su familia. "Es el mejor momento de vida; el sueño que tenía desde pequeño", decía Pau.