1. El abrazo de Carvajal y Yamal

Un país con afición de clubes por encima de todo cambió el paso con una imagen habitual en España, pero de impacto a los que no tienen pensamiento de selección. La primera asistencia de Lamine Yamal en una Eurocopa para enmarcar, acabó en gol de Dani Carvajal a Croacia en el debut, extendiendo su dulce momento goleador tras ser protagonista en la final de la Liga de Campeones con el Real Madrid.

Era el día del desquite de Carvajal. Al fin en el escenario de una Eurocopa que se le había resistido en dos ediciones pasadas por culpa de las lesiones. Su primer partido fue inolvidable. Con gol y una celebración dirigiéndose en su carrera hasta la banda derecha donde estaba Yamal para fundirse en un abrazo de agradecimiento. Para muchos Real Madrid y Barcelona abrazados. La realidad, dos compañeros de equipo que defienden a su país, unidos en perfecta sintonía.

2. El pasillo de los entrenadores

Se convirtió en costumbre un gesto de respeto y agradecimiento del seleccionador Luis de la Fuente junto a todos los integrantes del cuerpo técnico. La primera vez que se produjo fue en el Olímpico de Berlín, tras un estreno repleto de autoridad, endosando un 3-0 a la siempre combativa Croacia, brillante en los últimos grandes torneos y que inició su desplome superada por España.

Los jugadores, felices por un impactante estreno que ya les permitió entrar en el grupo de selecciones favoritas, donde nadie había contado con España, atravesaron un pasillo antes de entrar a los vestuarios realizado por todo el cuerpo técnico y personal que trabaja en el día a día de la selección española. Una muestra de admiración y sobre todo agradecimiento por el esfuerzo realizado en cada partido.

3. La exhibición de Nico Williams ante Italia

El impacto de Nico Williams en el torneo entró en otra dimensión en el segundo encuentro de la Eurocopa con su exhibición ante Italia. Volvió loco al lateral Di Lorenzo con sus cabalgadas, bicicletas y regates en el costado izquierdo. Apareció todo el partido hasta que generó la acción del gol en propia puerta.

Manu Fernandez

La mayor exhibición futbolística del torneo de España fue la que obtuvo una recompensa menor en el resultado. Nico, mejor jugador del partido, protagonizó su mejor partido como internacional. El interés de los grandes clubes de Europa ya no tenía freno. Su torneo ya pasaría a disputarlo añadiendo la presión de un futuro por resolver. Renovado por el Athletic Club pero con una cláusula baja (58 millones) para la dimensión de los clubes que le siguen.

4. El pie morado de Jesús Navas

Los dos triunfos con los que España inició la Eurocopa permitieron a De la Fuente conectar aún más a todo el grupo, dando titularidades a la segunda unidad ante Albania y haciendo debutar a todos en el torneo salvo al tercer portero Álex Remiro. Entre las novedades había una especial, Jesús Navas, el único representante de dos generaciones que han marcado con éxitos la historia de la selección española.

El campeón del mundo y de Europa fue titular. La mala fortuna en la primera acción del partido provocó que se llevase un golpe tan fuerte que le hinchó el pie y con el paso del partido se fue poniendo morado. En el descanso apenas le entraba la bota tras quitársela pero pidió continuar. Su decisión, mostrando la generosidad del grupo, no era por egoísmo personal. Acabó el partido como pudo para proteger a Dani Carvajal. El lateral derecho titular ya tenía una cartulina amarilla en el torneo, en caso de recibir otra sería baja en el primer cruce de octavos de final. Fue el gran gesto del futbolista que se convirtió en el más veterano a sus 38 años de jugar una fase final de un gran torneo y en ganarlo.

5. La calma de Rodri

El primer momento de duda de España duró poco pero dejó unos minutos de incertidumbre. Georgia, con un planteamiento defensivo y saliendo con velocidad al contragolpe, alimentó su ilusión en dar la sorpresa de octavos cuando un centro desde el costado derecho lo despejó dentro de su portería Robin Le Normand. Perdiendo España tuvo momentos de agitación, pérdidas de balón y de nuevo fue sorprendida en una transición por un mal repliegue.

Associated Press/LaPresse

De golpe dos atacantes veloces georgianos desafiaban a tres españoles. El resto no llegó a tiempo. El equipo se partía. Era el momento de la aparición de un líder y Rodri es el gran jefe de España. Su figura se ha dimensionado desde el adiós de Sergio Busquets a la selección. Pidió el balón, lo pisó y con las dos manos hizo gestos a sus compañeros de calma. Quedaba mucho partido, España era mejor si rescataba su fútbol y los minutos aumentarían el cansancio al despliegue físico del rival. Fue el autor del tanto del empate con un zurdazo pegado al poste desde la frontal del área. Cambió el rumbo para impulsar una goleada. Doce años después se superaba un cruce sin necesidad de prórroga ni penaltis.

6. Piedra, papel o tijera de Yamal y Nico

A esas alturas ya eran dos de los grandes protagonistas de la Eurocopa. Inseparables Lamine Yamal y Nico Williams, trasladaron al terreno de juego su conexión de fuera, en las largas horas de concentración. En el encuentro ante Georgia bailaron juntos en un fondo como hacen en las redes en TikTok, pero sobre todo sorprendieron al mundo con un pique de los que tenían a todas horas delante de millones de personas que seguían en todo el mundo el encuentro.

Había acabado el partido y antes de celebrar buscaron una botella de agua. La consiguió Yamal y no quedaba mucho. Decidieron jugarse a piedra, papel o tijera quien bebía primero. Ganó Nico, que se recreó. Bebió, tiró al césped agua y picó a Yamal que lo empujó en un juego de niños que acababan de hacer un gran partido con asistencias y un gol para enmarcar de Williams repleto de potencia.

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7. El vuelo de Mikel Merino

El tanto 119 queda marcado para la eternidad en la conquista de la Eurocopa 2024. El momento en el que España destrozó el reto del anfitrión, el dato demoledor con el que nunca en un gran torneo había superado al país que acogía el torneo. Y lo hizo ante una Alemania poderosa, levantándose del golpe de ver ganado el duelo y recibir un tanto en el minuto 89. El castigo a una segunda parte en la que reculó para acabar achicando como pudo las oleadas ofensivas germanas.

Ariel Schalit

Un momento clave del torneo llegó con la charla de De la Fuente en la prórroga. Cuando todos veían a España en el alambre, con el anfitrión lanzado, sus palabras repletas de sentimiento levantaron el ánimo de sus jugadores. De nuevo la selección española recuperó la identidad que ha enamorado en la competición, dio un paso al frente y acabó golpeando como había sido golpeada, con un tanto en el último minuto de la prórroga. El vuelo de Mikel Merino en el 119 en el mismo estadio donde había marcado su padre para Osasuna. El testarazo impecable a la escuadra. La misma celebración. Los regalos del fútbol a sus protagonistas.

8. La patada de Kroos a Pedri

La imagen dura del partido, además del fin de la carrera de uno de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol, Toni Kroos, la dejó con una entrada desmedida alejada de su identidad como futbolista. Alemania fue al límite como arma para sacar a España del encuentro.

Eran los primeros minutos de cuartos de final y Kroos midió mal. Pedri había comenzado enchufado, con un disparo a puerta buscando el gol, y su segunda aparición lanzó un contragolpe que fue frenado en seco con una patada que lo lesionó. El impacto en una pierna provocó una mala pisada con la contraria. Sintió que algo le fallaba en la rodilla. Un esguince de rodilla le dejó fuera de combate para toda la Eurocopa. Las pesadillas de Pedri con las lesiones reaparecían de golpe en el momento más inesperado en el que se había reencontrado consigo mismo con la confianza de De la Fuente.

9. El gol histórico de Yamal

Aún no había cumplido 17 años, se sacó cuarto de la ESO mientras jugaba un torneo que por edad jamás habría soñado con jugar, pero Yamal dio el salto de calidad en semifinales. Si todo lo que había apuntado ya le convertía en el mejor talento joven del torneo, lo protagonizado ante Francia le llevó a otra dimensión.

ANNA SZILAGYI

Recogió el 'guante' dialéctico de Rabiot y echó un pulso futbolístico repleto de belleza a Kylian Mbappé. Cuando España perdía la levantó con el gol español del torneo. Recortó al que le buscó las cosquillas con las declaraciones, salió a su lado izquierdo y soltó un zurdazo lejano con una trayectoria impecable a la escuadra. España sacó la furia que tanto le marcó en su pasado para tumbar en cuatro minutos a su rival y acceder a la gran final. Otro campeón del mundo caía en su camino.

10. El manteo a Luis de la Fuente

Hasta el último momento le salieron bien al seleccionador español cada decisión que tomó. España asumía un último reto sin su referente, Rodri, cambiado al descanso por lesión. Había sido empatada por Inglaterra y como en cada encuentro De la Fuente mostró confianza en Mikel Oyarzabal.

No se la había ganado en el torneo el delantero. Cabizbajo en su única titularidad ante Albania por no aparecer en el duelo. Sin generar demasiado peligro hasta que probó al portero francés en semifinales. Esa última decisión de De la Fuente, ganador en apuestas como Cucurella, Laporte, Fabián o los extremos, fue la que dio el título. El gol de Oyarzabal que hizo campeón a España doce años después. El agradecimiento de unos jugadores que fueron familia con su entrenador en un manteo en el césped del Olímpico de Berlín radiantes de felicidad.

11. El sueño hecho realidad de Morata

Vivió en efervescencia todo el torneo, sintiendo la enorme responsabilidad de una capitanía que ejerció a la perfección dentro pero que no trasladó a sus declaraciones en entrevistas personalizadas que generaron ruido. Se impuso a si mismo tanta presión que algún encuentro lo acabó entre lágrimas en el banquillo tras ser sustituido.

HANNIBAL HANSCHKE

El momento de gloria le esperaba al fin del camino y el éxito lo cura todo. Tras anunciar que meditaba firmemente dejar la selección al final de la Eurocopa, se convirtió en el sucesor de Iker Casillas en recoger el trofeo, abrazarlo, besarlo, trasladarlo hasta donde le esperaban todos sus compañeros y alzarlo con locura al cielo de Berlín en la imagen soñada por cualquier futbolista.