Novedades en la Zona de Bajas Emisiones de Zaragoza: del horario a los incumplimientos
El texto salió este viernes de la comisión de Medio Ambiente y Movilidad con importantes cambios, la mayoría a propuesta de Vox.
La ordenanza que regulará la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Zaragoza salió ayer de la comisión de Movilidad y Medio Ambiente con importantes novedades. Los grupos aceptaron ocho votos particulares -6 de Vox y 2 de ZEC- que supondrán cambios tanto en el horario de aplicación como en el periodo de gracia para los vehículos que accedan por error.
Las mayores modificaciones vendrán por las aportaciones de la formación de extrema derecha. Los de Julio Calvo han conseguido que los minutos que se permitirán para salir de la ZBE sin sanción pasen de 10 a 15. Según dicen, esto “dará más margen para solventar el error a aquellos conductores que hayan cometido la infracción, con un intervalo más adecuado a las condiciones de tráfico de la ciudad, en especial por las frecuencias semafóricas y los posibles atascos”.
El tiempo de aplicación también cambiará. Irá de 8.00 a 20.00, comenzando una hora más tarde para “provocar menos afecciones y que sea más fácil de recordar para los conductores”. Las aportaciones de Vox también harán que cualquier modificación del texto de la ordenanza que afecte al establecimiento de nuevas Zonas de Bajas Emisiones “será sometida a debate y, si procede, votación por el pleno municipal”.
La ordenanza salió adelante únicamente con el voto a favor del PP. Pese a haber pactado el articulado, Vox optó por la abstención y tanto PSOE como ZEC se pronunciaron en contra. Para la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, el objetivo primordial “debe ser la concienciación por encima del cariz sancionador”. “Creemos que el fin que se persigue, mejorar la calidad del aire, no se construye únicamente con una ordenanza, sino con una estrategia general”, agregó.
Para la izquierda, sin embargo, los plazos de la ZBE de Zaragoza “están pensados para cumplir el expediente y no para mejorar la calidad del aire”. “La normativa nace muerta, está plagada de errores y se ha hecho sin ganas”, criticó la portavoz de ZEC, Elena Tomás. También lo cree así el socialista Chema Giral. En su opinión, en Zaragoza “nunca se ha querido establecer realmente una Zona de Bajas Emisiones”. “Han demorado todo lo posible la implantación de la ordenanza. Llevan año y medio con una provisional y lo único que han hecho ha sido poner señalización en la zona. Ahora, postergan dos años más la plena implementación y llevan la segunda zona, más amplia, hasta 2030”, comentó.
A su juicio, la primera fase, centrada en el Casco Histórico, “parece de broma”, ya que coincide con las calles peatonales o de plataforma única en las que el tráfico rodado ya está limitado. Por todos estos motivos, desde el PSOE llegaron a plantear, sin éxito, ampliar el perímetro y acortar las fases de implantación para adelantar la última a 2028.
Vox, por su parte, justificó su abstención con el rechazo a estas zonas, un ejemplo, según el concejal David Flores, de “cómo los burócratas de Bruselas se han empeñado en decir a los ciudadanos y a los municipios cómo tienen que organizar su vida”. “En Zaragoza nunca hemos tenido problemas de contaminación, no hay motivos objetivos para restringir, pero nos guste más o menos, hay una ley que cumplir. Dando esto por hecho, hemos tratado de que la ordenanza se adapte a la realidad de la ciudad. Nuestros votos particulares han ido en la línea de minimizar las restricciones y flexibilizar el texto para facilitar la vida a los ciudadanos. A nosotros nos gusta que la gente tenga libertad y flexibilidad”, manifestó.
