Zaragoza contará con un reloj solar de gran precisión y con mensaje ecologista
La escultura, ideada por Juan Antonio y Teo Ros, pretende concienciar sobre las prácticas sostenibles. Está diseñada para ser ubicada en la plaza de Basilio Paraíso.
No solo indicará la hora, también marcará los solsticios, los equinocios, las fases zodiacales e incluso el día 12 de octubre. Zaragoza contará próximamente con un reloj solar que, además de aunar arte y ciencia, buscará también llamar a la reflexión acerca de la sostenibilidad y el medio ambiente. La ubicación para la que se ha ideado es la plaza de Basilio Paraíso y el nombre con el que ha sido bautizado lo dice todo sobre su fin: ‘Conciencia’.
La pieza es una donación a la ciudad de la Fundación Ingenio Azul y su instalación está a la espera de una última autorización que debe conceder el Ayuntamiento. Sus creadores son el ingeniero Juan Antonio Ros y su hijo Teo Ros, responsables también entre otras de la escultura en homenaje a la visita de Albert Einstein situada junto al Pabellón Puente y del reloj solar pendiente de ser colocado en la estación Delicias. Juan Antonio Ros, de hecho, es el autor de otros relojes solares de la ciudad como el de Vadorrey –el más grande del mundo– el ecuatorial de la Expo, el del Centro de Urbanismo Sostenible, el cuádruple de Miralbueno y el que se puede encontrar en el Centro Natación Helios. También lleva su marchamo la ‘Onda de sol’ en Huesca.
La forma de ‘Conciencia’ será ‘planetaria’ y para su elaboración se ha elegido el acero inoxidable. Se ha perseguido además que requiera de poco mantenimiento y que sea resistente y reciclable entre otras características. “Es muy transparente y ligera”, apunta sobre la escultura Juan Antonio Ros, quien indica que “refuerza el mensaje de sostenibilidad y se centra en las energías renovable dado que de una manera u otra todas dependen del Sol”.
La pieza artística realmente contendrá dos relojes. En uno el Sol iluminará mediante huecos un dial en el que se expresa la hora natural, mientras que en el otro el elemento fundamental serán las sombras. “Queremos llamar la atención del espectador con esta dualidad, que reflexione sobre las actitudes positivas y negativas relativas al cambio climático”, explica Ros.
En lo técnico, Ros augura que será “muy preciso”. “Por su tamaño, características y emplazamiento creemos que pude alcanzar una relevancia internacional que le permita ser un referente dentro de este tipo de esculturas”, avanza.
