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Una adjudicación bajo sospecha obliga a repetir un concurso del Banco de Sangre de Aragón

La DGA elige este miércoles a la empresa que gestionará el servicio de extracciones externas durante  tres años por cerca de tres millones de euros.

XVI aniversario del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón
Instalaciones del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón
Guillermo Mestre

El Gobierno aragonés tiene previsto volver a adjudicar este miércoles, 17 de julio, un contrato que ha estado envuelto por la sospecha. Se trata del servicio de hemodonaciones externas del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, que sale con un presupuesto de licitación de casi tres millones de euros y tiene como fin garantizar las extracciones en distintas poblaciones de las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel. El anterior ejecutivo aragonés, presidido por Javier Lambán, ya adjudicó en mayo del año pasado esta labor a la empresa catalana Consorci i Transport Sanitari Regió Girona. Sin embargo, la adjudicación no estuvo exenta de polémica y el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (Tacpa) acabó anulándola.

Como informó HERALDO, el Departamento de Sanidad tuvo que abrir una investigación para comprobar si la empresa adjudicataria había falseado parte de la documentación aportada y con la que obtuvo la máxima puntuación. Porque Consorci i Transport Sanitari garantizó su solvencia técnica para el concurso a través de un tercero, la sociedad Clínica Bofill. Y como se descubrió después, entre ambas empresas no existía ningún acuerdo previo y la última ignoraba que se había facilitado su nombre como aval para intentar ganar la adjudicación. Así lo explicó su administrador, Juan Ortega, cuando fue consultado por este diario sobre la posible irregularidad.

El representante de Clínica Bofill S.L. reconoció que se llevó una “enorme sorpresa” al enterarse de lo ocurrido. "No hemos hablado antes ni después con esta gente, ni yo ni ninguno de nuestros empleados", aseguraba, en referencia a la empresa Consorci i Transport Sanitari. "Los conocemos porque nos traen algún paciente a nuestro centro, pero es una relación comercial pequeña. Quiero dejar claro que nunca les hemos hecho una cesión de solvencia técnica para que se presentaran al concurso de Zaragoza", insistía Ortega.

Una vez al corriente de la situación, la Clínica Bofill contactó con el Banco de Sangre para poder tener acceso al expediente. "Llamé al centro y parecía que querían convencerme de que no pasaba nada. No me daban ninguna información, por lo que busqué un abogado para que acudiera allí y le enseñaran los documentos. Tampoco le dejaron hacer copia del expediente, pero lo vio y comprobó que había firmas que no eran nuestras", indicaba Juan Ortega. Finalmente, la clínica registró un escrito oficial en el que dejaba constancia de que no tenía ninguna vinculación con la adjudicataria.

El asunto no llegó a los tribunales

La presunta falsificación de firmas en la documentación de un concurso público podría haber sido motivo suficiente para dar cuenta a la Fiscalía Provincial, pero no hay ninguna constancia de que el asunto acabara en los tribunales. Y aunque la adjudicación a Consorci i Transport Sanitari terminó anulándose en septiembre de 2023, quien la tumbó fue el Tacpa. En su resolución, el tribunal ni siquiera se pronunció sobre el supuesto fraude. Lo que hizo fue dar por buena la reclamación interpuesta por la otra empresa que se había presentado al concurso, Ambulancias Maiz. El Tacpa concluyó que el objeto social de la empresa adjudicataria no abarcaba las prestaciones propias del contrato. “Por lo que no es posible incluir los servicios descritos en los pliegos”, decía. Y no cabe “interpretación alguna”, apostillaba.

La actual gerente del Banco de Sangre y Tejidos, Rosa Plantagenet, manifestó a su llegada al cargo que convocaría un nuevo concurso, que es el que ahora está a punto de adjudicarse. El primero ascendía a 2,9 millones y el actual, a 2,7: ambos sin iva.

A esta nueva convocatoria no concurre Consorci i Transport Sanitari. La que sí lo hace es Ambulancias Maiz, que ahora se presenta de la mano de Servicios Hematológicos Aragón como una unión temporal de empresas. La mesa de contratación admitió a una segunda aspirante: Ivemon Ambulancias Egara. Por lo que uno y otro será quien se encargue de prestar el servicios de extracciones externas durante los próximos tres años.

En principio, el nombre de la empresa ganadora debería conocerse este miércoles. De acuerdo al pliego de condiciones, la adjudicataria empezaría a prestar servicio el próximo 1 de agosto y lo haría hasta el 30 de septiembre de 2027. El Banco de Sangre y Tejidos de Aragón no cuenta con personal ni recursos suficiente para poder desplazarse fuera de la capital a hacer extracciones. Por lo que será la empresa que obtenga el contrato quien efectúe unas 1.100 colectas al año en diferentes municipios aragoneses.

Además de atender a los donantes y hacer las extracciones, la adjudicataria se encargará de la gestión informática de los datos y de trasladar la sangre a la sede de la entidad, en la calle de Ramón Salanova de Zaragoza. De ahí que el contrato conlleve el alquiler o compra de tres vehículos. 

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