La Guardia Civil logra desalojar a todos los asistentes a la 'rave' ilegal de Caspe
La marcha de las decenas de vehículos que asistían a esta fiesta sin autorización comenzó este lunes
Ya no queda nadie en los terrenos del término municipal de Caspe (Zaragoza) donde estos días se estaba celebrando una 'rave' ilegal. La marcha de los cientos de participantes a esta fiesta comenzó este lunes, 25 de junio, cuando la Guardia Civil supo de la reunión e hizo un gran despliegue en la zona para comunicar a los organizadores que no tenían autorización para estar allí.
Según fuentes de la Comandancia de Zaragoza, en torno a las 11.00 abandonaban el lugar los últimos vehículos que habían acudido a la cita, convocada una vez más a través de redes sociales y celebrada en un descampado más próximo al casco urbano de Mequinenza. La Guardia Civil todavía está investigando cuando se inició la 'rave', pero al no contar con autorización su objetivo era disolverla.
Lo primero que hicieron el lunes los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) y de la Agrupación de Tráfico fue cortar los caminos que daban acceso al paraje donde se celebraba la fiesta y en la que llegaron a contabilizarse hasta 150 vehículos estacionados. A partir de ese momento, se hizo saber a los participantes que debían marcharse de forma ordenada.
Desde la mañana de ayer hasta este mediodía, todos los congregados han ido siguiendo las indicaciones de los agentes y dejando los terrenos donde se habían reunido. En principio, no consta que se haya producido ningún incidente. En cualquier caso, habrá que esperar para saber si finalmente se ha tramitado alguna propuesta de sanción.
La mayoría habían acudido en furgoneta
Como se aprecia en las fotografías que difundido la propia Benemérita, la mayoría de personas que asistían a la 'rave' ilegal de Caspe lo habían hecho en furgonetas, ya que parece que tenían intención de permanecer allí varios días. Los hay que también instalado sus propias tiendas de campaña, algo habitual en este tipo de reuniones. Según ha podido saber este diario, la zona elegida para esta nueva fiesta clandestina en la provincia de Zaragoza no cuenta con ninguna protección especial. Sin embargo, nadie había solicitado permiso para una reunión de estas características, de ahí que haya acabado interviniendo la Guardia Civil.
La última 'rave' ilegal celebrada en Aragón congregó en febrero a unos 500 asistentes en el descansadero de la Cabañera Real, un terreno de propiedad privada ubicado entre Zaragoza y El Burgo de Ebro. En ese mismo lugar, en octubre de 2023, ya se había montado otra fiesta clandestina con unos 700 participantes
Las Fuerzas de Seguridad solo recurren al desalojo forzoso cuando se ha perpetrado un delito y con la correspondiente autorización judicial. Dentro del limbo sancionador que envuelve a las ‘raves’, la Guardia Civil o la Policía también pueden controlar otras infracciones. Lo más habitual son las alcoholemias o el consumo de drogas al volante, que acarrean multas administrativas y sanciones penales.
La tenencia de drogas también podría castigarse del mismo modo. Y como la mayoría de asistentes va en vehículos particulares, los funcionarios también vigilan a veces si los ‘raveros’ han pasado la ITV.
