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Agricultores del Jiloca y Daroca: "El pedrisco es el remate al mal año por la sequía"
Agricultores de las dos comarcas valoran los daños de la granizada de este jueves, que supone un agravante a la merma por la falta de lluvias.
A perro flaco todo son pulgas. Si este refrán necesitase de un ejemplo, uno de los más ajustados sería el caso de los agricultores que desarrollan su actividad entre las comarcas del Jiloca, en la provincia de Teruel, y los del Campo de Daroca, en Zaragoza.
Tras meses de prolongada sequía, especialmente durante los meses críticos para el crecimiento y fraguado del cereal, el granizo ha llegado en este mes de junio para arruinar lo poco salvable de las cosechas. Si hace menos de dos semanas, los daños se concentraron en la zona de Used, este jueves el destrozo, con 40 litros de agua y piedra, se desplazaba desde Ojos Negros hacia Bello, Odón, Las Cuerlas y Gallocanta. Las afecciones se extienden en unas 10.000 hectáreas con porcentajes de daño muy desiguales, según los primeros cálculos.
"Hay una afección muy extensa en cuanto a territorio, pero que cambia mucho de unas fincas a otras. Hay desde daños del 20% al 80%, con alguna al 90%. Aunque la mayoría puede rondar entre el 30 y el 40%", describe José Antonio Miguel, agricultor de Gallocanta y responsable provincial de UAGA. "Después de todo el año, esto es el remata al mal año que ya arrastrábamos por la sequía", reconoce quien el jueves presenció la tormenta desde su nave, ya que no pudo salir a cosechar porque el miércoles también hubo algo de lluvia.
A su juicio, la pedregada "duele más" porque estaban a punto de recoger el fruto de todo un año de trabajo. "Llevábamos dos días, literalmente, y esto ya nos deja… Porque ha cogido lo poco que estaba algo decente y que había aguantado. Y eso que nos quedan tres o cuatro semanas más por delante", apunta, asumiendo que las ayudas por la sequía planteadas por el departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón no serán suficientes para ayudar a solventar la situación.
"Si la media en esta zona de Daroca son unos 3.000 kilos por hectárea, lo que habíamos podido recoger antes de la tormenta rondaba los 1.000. Si a eso se quita un 30%...", ilustra este cerealista de secano. Todo ello se une a la situación de los mercados, que siguen sin darles un respiro: "En la Lonja del Ebro el precio que se nos paga por nuestro producto no para de bajar y los costes se han moderado, pero por encima de como estaban antes de 2023. Por lo que para nosotros este año es todavía peor", detalla.
Desde Ojos Negros, Roberto Sanz, se muestra en la misma línea. "La afección grave es por la sequía, el granizo ya es lo que nos faltaba", coincide en señalar. En su caso, reconoce que "solo quien tenga seguro va a poder quedarse con el año a cero. Ya no hablamos de ganar un jornal". "Esto así es insostenible, porque inversiones tenemos que hacer todos los años y la liquidez cada vez es menor. Los préstamos no son solución, es cavar más el pozo", ilustra.
