El sellado del vertedero de Calatayud, a la espera de encontrar unas alternativas que sean más económicas
Solo el cubrimiento definitivo del primer vaso ha pasado de valorarse en 700.000 euros a 1,5 millones de euros.
Con más de dos años de demora y con una sanción del Inaga mediante, el sellado del vertedero supracomarcal de Calatayud sigue pendiente de resolverse. En la actualidad, el consorcio para la gestión de residuos sólidos urbanos Agrupación Nº 5, que integran las demarcaciones de la Comunidad de Calatayud, del Aranda, de Valdejalón, del Campo de Daroca y del Campo de Cariñena, se encuentra analizando distintas alternativas para hacer que los trabajos resulten más económicos. Según los últimos cálculos de los que dispone, solo el cubrimiento definitivo del primer vaso ha pasado de valorarse en 700.000 euros a 1,5 millones de euros.
"Desde que se hizo el proyecto, los precios, como todo en los últimos años, han cambiado, por lo que estamos viendo cómo hacer para que el coste no sea tan elevado", explicó Leonardo Baquedano (PP), consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Ganadería de la comarca bilbilitana y desde febrero presidente del consorcio, en sustitución del socialista Ramón Duce, alcalde de Ibdes. Sobre cuándo se materializarán los trabajos, Baquedano dijo que no hay una fecha exacta encima de la mesa pero que "tiene que salir ya".
En estos meses, reconoció, se ha conseguido que parte de los socios se pongan al día con las cuotas. Sin embargo, indicó que "otros todavía tienen que pagar y son cantidades importantes". Para seguir en ese camino recaudatorio, está previsto que se celebre una junta para hallar puntos en común. Hace pocos meses, el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) impuso una multa de 20.000 euros ante la ausencia de avances.
Respecto a las labores pendientes en el vertedero, que estuvo en uso hasta febrero de 2022, Baquedano especifica que todavía se tienen que realizar, además del cierre definitivo de la celda 1, las labores de presellado y sellado de las otras dos. La tercera, de hecho, se abrió a mediados de 2019 con una esperanza de vida de algo más de año y medio.
Por otra parte, en el ámbito puramente comarcal de Calatayud, como consejero, Baquedano reconoce que la asignatura pendiente de unificar los contratos de recogida de basuras de toda la demarcación, que hasta ahora se realizan siguiendo las antiguas mancomunidades, tendrá que esperar al curso que viene.
