La Policía de Zaragoza ayuda a un hombre con alzhéimer que viajó desde Cáceres a ver a la Virgen del Pilar
Los agentes recibieron el aviso de que este hombre había perdido el autobús de regreso a la ciudad extremeña y carecía de recursos para conseguir otro billete.
La Policía Local de Zaragoza recibía el pasado fin de semana una llamada de lo menos esperada. Llegaba desde Cáceres por parte de una mujer que alertaba al 092 de que su marido, de avanzada edad y con principio de alzhéimer, había llegado hasta la capital aragonesa para visitar a la Virgen del Pilar, una cita que tenía cada año. Tras un despiste había perdido el autobús de vuelta, careciendo de recursos para su regreso.
Ante esta situación y la llamada de auxilio por parte de su mujer, los agentes no dudaron en intervenir para ayudar a este hombre. Al poco tiempo, según ha informado la Policía Local en una publicación en X, antes Twitter, lograron localizarlo en perfecto estado en la Estación Delicias de Zaragoza.
Ya junto a él, lo acompañaron hasta el hotel en el que su hijo había hecho una reserva para que pasara la noche mientras esperaba un nuevo AVE con el que poder regresar. Los agentes volvieron al día siguiente para trasladarlo de nuevo hasta la estación para garantizar la vuelta a la ciudad extremeña y el reencuentro con su familia.
Este fin de semana el #092 recibió ☎️ de una señora desde Cáceres.
— Policía Zaragoza (@policiazaragoza) May 28, 2024
Al parecer su marido de avanzada edad y con principio de alzheimer había venido a Zaragoza como año tras año, a visitar a la Pilarica. Por despiste había perdido el autobus de vuelta a casa careciendo de… pic.twitter.com/LWGYYlFpSg
Desde la Policía Local avisan de que estas situaciones, que pueden resultar sorprendentes, suelen ser habituales. "A menudo realizamos servicios de prestación humanitaria a personas, por ejemplo, que están desorientadas en la calle", explican estas mismas fuentes. La Policía Local de Huesca auxilió el pasado mes de diciembre a una persona de 79 años que se encontraba desorientada andando por una carretera de acceso a la ciudad. Alguien avisó del peligro que corría y finalmente una patrulla lo pudo localizar y llevarlo hasta su domicilio.
El caso de este extremeño, no deja de ser un ejemplo más de una historia humanitaria que ha terminado, afortunadamente, con final feliz.