Zaragoza

El edificio que se incendió en el Coso Bajo de Zaragoza amenaza ruina y será demolido

Se apuntalará el inmueble para que los vecinos puedan recoger sus enseres personales con seguridad.

Los vecinos desalojados del edificio de viviendas del Coso Bajo de Zaragoza por el incendio.
Oliver Duch

Los vecinos del número 184 del Coso Bajo de Zaragoza, el edificio que se incendió este domingo en el corazón del Casco Histórico, solo podrán volver a sus casas para recoger sus pertenencias personales. Una empresa apuntalará el inmueble para que puedan hacerlo en condiciones de seguridad y, después, será demolido. El bloque en el que se originaron las llamas tiene tres alturas y está situado en la manzana ubicada entre las calles de Alcober y de José Luzán, junto al conocido como solar del Conejo. Cuatro de sus seis pisos están habitados. El fuego comenzó, por causas que se desconocen, en un local de la planta baja en el que al parecer se almacenaban enseres como colchones y chatarras.

Los técnicos municipales del Servicio de Inspección Urbanística del Ayuntamiento de Zaragoza ha realizado esta mañana una visita más detallada y en profundidad sobre el estado en el que ha quedado el edificio número 184 de la calle Coso, según han informado fuentes municipales. El análisis ha desvelado que el inmueble tiene riesgo de ruina inminente por los daños en el forjado y una viga maestra calcinada en su parte trasera que provoca una situación de elevado riesgo de colapso. 

Fotos | Incendio en un edificio de viviendas en el Coso Bajo de Zaragoza

Urbanismo ha procedido, por ello, a "activar la ejecución subsidiaria en aras de la seguridad". Esto va a suponer que entre este lunes y el martes se comenzará con el apuntalamiento del edificio 184 para garantizar una mínima estabilidad que permita a los residentes poder entrar en próximas fechas, bajo control de Bomberos y Policía Local, al interior con el objetivo de retirar los enseres personales que sea posible.

Se ha desencadenado en la planta baja del inmueble y se han desalojado los edificios de al lado.

Después se iniciará el derribo por emergencia y de manera subsidiaria, repercutiendo el coste posteriormente sobre la propiedad del inmueble.

Asimismo, los vecinos de Coso 186 permanecerán desalojados hasta que se garantice la seguridad de su edificio. Esto supone que no podrán regresar hasta que se demuela el 184, ya que comparten medianería y existe riesgo de que en caso de derrumbe se arrastre parte del edificio contiguo. Por lo tanto, regresarán a su domicilio cuando terminen todas las actuaciones en el inmueble siniestrado.

Desde el Ayuntamiento aseguraron que los Servicios Sociales Municipales van a "ofrecer las soluciones habitacionales y sociales que se requieran", tanto a los vecinos del 184, que perderán su domicilio en el que estaban alquilados u okupados, como a los del 186, que tendrán que esperar a que se garantice la seguridad estructural para regresar.

Al desalojar los edificios, desde Servicios Sociales se hizo una valoración de cada uno de los casos. En este tipo de situaciones se ofrece, o ir al albergue o a un hostal, si no pueden alojarse con amigos o familiares. Para los que ya no podrán regresar, los del número 184 que va a ser demolido, "no hay un tiempo máximo" de estancia en el albergue, según informaron fuentes municipales. A partir de ahora, entran en el círculo de Servicios Sociales y "se les dará una viabilidad" que dependerá de las necesidades de cada persona. 

Una de las parejas, a las que se les ofreció ir al albergue, se han ido con familiares, otras dos pareja sí fueron al albergue y otras cinco personas se fueron a una pensión, a cargo del Ayuntamiento. El caso lo lleva el centro de Servicios Sociales de La Madalena y se busca una salida más estable para todos ellos. Podría incluir apoyo para uso habitacional o ayudas de urgencia para alquiler o vivienda social.