Zaragoza
Suscríbete

El renovado parquin de la plaza Salamero de Zaragoza reabrirá este otoño tras cuatro años de obras y polémicas

Indigo prevé actuar en la losa de César Augusto este año y que todos los accesos estén operativos antes del verano de 2025.

Acceso al parquin de la plaza de Salamero, junto a Canterbury
Acceso al parquin de la plaza de Salamero, junto a Canterbury
Toni Galán

El parquin de la plaza de Salamero mira ya a su reapertura tras más de cuatro años de obras y polémicas como consecuencia del hundimiento del techo. Será previsiblemente en otoño, según confirman desde Indigo, empresa que lo explotará los próximos 40 años. Por el momento, los trabajos "siguen el curso previsto", por lo que solo un problema sobrevenido podría retrasar la esperada reinauguración.

En este tiempo se han retirado las instalaciones existentes –desde las medidas contra incendios a las conexiones eléctricas y la fontanería– y se ha limpiado todo de arriba a abajo. También se han comenzado a pintar los techos como paso previo al montaje de las nuevas instalaciones, que empezará "en breve".

El aparcamiento, uno de los más cotizados por su privilegiada ubicación, reabrirá con importantes novedades. Antes, el acceso peatonal se canalizaba desde el centro de la plaza, mientras que ahora las entradas y salidas se harán a través de las escaleras situadas en las zonas este y oeste. Además, ya no se podrá entrar desde la calle de la Morería.

La previsión es que cuente con 600 plazas repartidas en tres plantas, con 144 equipadas para cargar vehículos eléctricos y 87 reservadas para usuarios del Hospital Provincial o personal de visitas domiciliarias de la Asociación Española Contra el Cáncer. Además, una de cada 32 irán destinadas a personas con movilidad reducida y habrá un sistema propio de préstamo de bicicletas y patinetes eléctricos, existiendo también un espacio para almacenar, recargar y reparar estos vehículos.

Nuevo ascensor

El abombamiento registrado en el techo de la primera planta, que se hundió cerca de tres centímetros en enero de 2020, obligó a sacar de urgencia todos los vehículos y a apuntalarlo por completo. La urbanización de la nueva plaza se compatibilizó con los trabajos en sus ‘entrañas’, donde se tuvo que abrir hueco, planta por planta, para el nuevo ascensor, que conectará con la planta calle.

De cara a la reapertura –especialmente reivindicada por los comercios de la zona, que esperan que suponga un revulsivo– será necesario rematar su adecuación. Esto, en todo caso, será solo un punto y seguido, ya que, tal y como figuraba en los pliegos, se tendrá que sustituir la losa de la zona de César Augusto. Su recambio no es urgente, pero sí necesario, ya que, como advirtió el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, en febrero de 2023, los informes técnicos dicen que la patología observada en Salamero podría tener su proyección en el resto del parquin.

Los trabajos, en los que se invertirán aproximadamente 1,6 millones de euros, durarán entre dos y tres meses, aunque por ahora siguen sin tener fecha. La intención, cuentan desde Indigo, es que comiencen "cuando termine la adecuación de la zona de Salamero". Es decir, también "en otoño de 2024". La propia compañía estima que finalizarán "antes del verano de 2025". Será entonces cuando el parquin pueda reabrir todos sus accesos con normalidad.

La empresa tendrá que presentar el proyecto al Ayuntamiento y solicitar las licencias pertinentes. Desde el Consistorio dicen que, llegado el momento, se buscará la mejor solución técnica para evitar afecciones a la movilidad. Lo lógico sería que los trabajos se acometieran en verano para aprovechar el descenso del tráfico y minimizar el impacto en la circulación, ya que, aunque el cambio de la losa no se prolongará el exceso –la de Salamero costó entre tres y cuatro meses–, el fraguado del hormigón podría requerir de más tiempo y se vería favorecido por el calor.

La nueva losa será de hormigón, tendrá 38 centímetros de grosor y contará con refuerzos de punzonamiento que garantizarán una vida útil de unos cien años.

Durante los meses que duraron las obras de la plaza de Salamero, que terminaron costando más de cinco millones de euros, únicamente se pudo explotar la zona de César Augusto, que se mantuvo abierta a excepción de dos o tres meses en el que tuvo que paralizar su actividad por los trabajos.

El camino hasta la reapertura no ha sido precisamente de rosas. Tras el hundimiento, la empresa reclamó llevó a los tribunales al Consistorio al haber tenido que asumir los millonarios trabajos de reconstrucción. Lo hizo basándose en un informe del Laboratorio de Ensayos Técnicos (Ensaya) y de Pérez Benedicto Ingeniería que decía que los daños obedecían a un exceso de peso provocado por los parterres de tierra y los once olivos de la plaza. La Justicia, no obstante, determinó que el problema venía de un error constructivo estructural, decisión que ahorró a Zaragoza 3,3 millones de euros.

Indigo terminó haciéndose con la nueva adjudicación con un canon anticipado de 13,7 millones de euros no sin dificultades, ya que en agosto de 2023, Empark, la empresa que quedó segunda en el concurso público del Ayuntamiento, acudió a los tribunales para paralizar el proceso.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión