Vía libre al plan para modernizar el Parque de Atracciones de Zaragoza: el juez ratifica que la concesión acaba en 2025
Da la razón al Consistorio, que empezará a redactar los pliegos de concesión en breve. El actual gestor de la instalación está valorando "recurrir las dos sentencias, si es posible".
El 8 de febrero de 2025 finaliza la concesión del Parque de Atracciones de Zaragoza. Dan la razón en los juzgados al Ayuntamiento de la capital aragonesa, que trabaja ya en los pliegos de condiciones para contar con un parque más moderno y renovado, que sea referente del noreste de España. "El Ayuntamiento de Zaragoza va a cumplir la resolución judicial que dice que en 2025 concluye la concesión", explica el concejal de Presidencia, Ángel Lorén. Mantendrá la ubicación actual, los Pinares de Venecia, pero podrá ampliar el espacio. Cuando abrió las puertas en 1974, con 14 atracciones estáticas y 17 mecánicas, 15 de ellas inéditas en el país, ocupaba 60.000 metros cuadrados, y quedaron otras 30.000 en reserva.
El fin de la concesión lleva años enfrentando en los tribunales al Ayuntamiento de Zaragoza y a Parque de Atracciones SA, la empresa que gestiona el espacio de ocio, que dilata el fin de la concesión a septiembre de 2028. El juez acaba de volver a fallar a favor del Consistorio de la capital si bien el actual propietario, Jesús Morte, avanza que "están valorando recurrir, si es posible, los dos fallos judiciales", el del fin del contrato y el del canon a pagar. En la visión de modernizar el parque, coinciden los responsables municipales y los gestores. El único cambio de la decisión judicial es que se agilizarían los plazos.
La única certeza, a estas alturas del año, es que sea como sea, los zaragozanos van a poder disfrutar de un Parque de Atracciones totalmente renovado. Desde la Oficina de Proyección Exterior se analizan distintos modelos de instalaciones para dar con el más adecuado. Al tiempo que se trabaja en los pliegos de condiciones para adjudicar la concesión, se preparan los informes que permitirán determinar qué atracciones pertenecen al Consistorio y cuáles al adjudicatario. Las que están ancladas, serían municipales.
El gestor actual apuesta por un "parque urbano con novedades en atracciones" y que se mantenga fiel a sus orígenes, en una zona verde de la ciudad. Explicaba hace un tiempo que se ampliarían las instalaciones, combinando las atracciones tradicionales, La Noria, la Montaña Rusa y el Río Navajo, y otras más innovadora. El adelanto del fin de la concesión podría alterar sus planes.
Cincuenta años se cumplirán el 1 de agosto de la apertura del parque. Aspiraba a competir con el Tibidabo (Barcelona) y el de Madrid, y lo ha conseguido en lo que se refiere a visitantes del Valle del Ebro (Pamplona y La Rioja), el resto de Aragón y el País Vasco, usuarios frecuentes del parque.
A inicios de 2.000 los gestores del parque modernizaron la oferta de ocio e incluyeron modernas atracciones como el gran Tinkal, troncos de madera que se deslizaban por un circuito acuático; Ramsés, un vertiginoso columpio; Quetzal, Los Rápidos y Revolution, que es capaz de realizar giros de 360 grados sobre sus ejes. Los abonos familiares de temporada cuestan
Aunque ya hay un trabajo previo realizado, a partir de ahora se va a trabajar en los pliegos de condiciones. Hay que hacer un informe que determinará, cuando se resuelva la concesión, qué atracciones corresponden al Ayuntamiento. Este estudio incluirá, también, el coste de retirada.
Tendrá que hilar fino el Consistorio a la hora de elaborar los pliegos de la nueva concesión. Los actuales gestores recordaban, hace unas semanas, que se necesita "proporcionalidad" para esquivar los errores que lastraron instalaciones como Terra Mítica o Tívoli (Málaga), ya que no es fácil garantizar la viabilidad. Cuestiones a tener en cuenta cuando provienen de una empresa que acumula años de experiencia en el sector.
